Des de que el señor Torres había puesto los pies en su hogar, una casita a las a afueras de la ciudad, que no había dejado de leer un periódico amarillento que tenia guardado en una caja de madera que aun era mas vieja que el periódico en cuestión. Una persona normal se habría aburrido soberanamente, pero Terry era un fantasma y eso le dejaba cierta ventaja a la hora de esquivar el aburrimiento. A través de su increíble habilidad de expandir su consciencia, Terry había estado curioseando en la reunión con Alma y la pelirroja Raquel, cosa que tampoco le había aportado demasiada emoción, y muy poca información. Gracias a esa habilidad podía hacer eso sin perderse detalle del señor Torres pasando paginas.
Lamentablemente, o por una suerte quizás mal entendida, Terry no era un fantasma completo y eso no solo le limitaba a la hora de fantasmear sino que también le convertía en un apestado dentro de la comunidad. Solo Charlotte, que era algo así como la sheriff de los ectoplasmas lo había aceptado y adoptado bajo su ala protectora, si es que a eso se lo podía llamar protección. Lo que distingia a Terry del resto de fantasmas, es que primeramente, él no se acordaba absolutamente de nada de su vida antes de llegar a aquel plano. Eso seria normal, si a tal estado amnesia se le añadiera cierta desorientación y desconocimiento de su condición, había muchos espíritus errantes que aun no se habían dado cuenta de que estaban muertos, pese que su cuerpo ya casi ni existia. Terry, pero, se supo espirtu en el mismo instante en que amaneció como tal, pero a su vez no tenia ni idea de cuales habian sido los hechos que lo habían hecho llegar hasta ese punto algo agobiante, y no solo eso, había olvidado absolutamente del todo quien era, y los recuerdos que albergaba eran puramente cuantitativos y prácticos, sin tener ninguna historia asociada al respecto. Es decir conocia ciertos idiomas, pero no tenia ni idea de como los había aprendido, y algunas cosas de esas.
La segunda pega que tenia, era que no podía ir y venir a su antojo, cosa que hacían muchos fantasmas, y que su consciencia expandida solo se limitaba a los entes que conocía o mantenía alguna conexión así como los lugares que hubiera visto antes. Es decir podía acudir fuera donde fuera donde estuvieran Alma y Charlotte, o a los lugares que conociera, fuera de eso estaba limitado casi casi como si no fuera un espiritu.
Charlotte decía, que todos en su plano espiritual tenían algo que hacer antes de traspasar a otro reino, algunos trabajos eran cortos y otros mas largos, pero el tema es que siempre había algo que hacer. Añadía, que la situación de Terry podría deberse a que su cuerpo aun estaba vivo en alguna parte, conectado a una maquina quizás, en coma o en otro estado parecido, y que su deber era quizas reencontrarse consigo mismo, para traspasar a la muerte, o regresar a la vida.
Terry no sabia si Charlotte tendría razón, o estaba equivocada, pero lo cierto es que llevaba unos tres años, mas perdido que encontrado y pocas cosas por decir nulas había encontrado, ¿y es que por donde empezar a buscar si ni tan siquiera sabes quien eres?
Un movimiento del señor Torres le hizo huir de sus cavilaciones para centrarse en el plano real, el señor Torres, al fin abandonaba los periódicos, y se decidía a moverse. Terry, pensó que el segundo movimiento de gran emoción que escondía el hombre, seria una larga sesión de auto higiene de antes de dormir, cosa que no pudo evitar cierta mueca de desagrado. No obstante estaba bien equivocado porque Torres, se adentro en una biblioteca que poco tenia que ver con un baño. La biblioteca era bastante grande, con enormes estanterías cargadas de volúmenes viejos y polvorientos, que a penas dejaban ver sus títulos. El señor Torres se dirigió a la librería de mas a la derecha y removiendo unos cuantos libros paso algo inaudito. Terry, no daba crédito a lo que estaba ocurriendo, y es que ante sus ojos, la estantería derecha con todos sus libros se plegaba sobre si mismo, dejando un arco de oscuridad, iluminada con unas pocas luces a la que Torres se adentro. Emocionado Terry quiso seguirlo, pero una enorme pared invisible barro su paso empujándolo hacia fuera. Sin duda, eso era interesante.
Terry resto a la espera, temiendo que fuera lo que fuera lo que había detrás de la estantería reprimiera al hombre mas de lo debido. Ademas la curiosidad le mataba, nunca antes se había encontrado con algo que le repeliese de ese modo, si bien Charlotte si que le había hablado de lugares como aquellos, lugares donde los seres que escapaban de la lógica no podían entrar. ¿ Pero que tenia ese lugar para que Terry tuviera vetada la entrada?
Al cabo de unos minutos que se le hicieron eternos el señor Torres salio de nuevo de las sombras, más pálido que antes, y con los ojos llorosos. Sin duda lo que había detrás de esas estanterías era la mar de interesante, y no podía esperar en ir a buscar a Alma para decirle lo que habia averiguado.

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Sweet Alma
FantasíaAlma se siente como un monstruo, al que le han arrancado la vida, Terry ha perdido la suya. Carolina ha desaparecido sin dejar rastro. Encontrar a Carolina, supondrá algo más importante de lo que en un primer momento podían imaginar. Los tres est...