Verdades dolorosas II

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  Narra Alejandra:

Alguien me estaba hablando pero no sabía de donde venía la voz, estaba muy dormida.
Mi sueño era un poco raro, estaba todo blanco y por más que intentaba despertarme no podía, cuando al final lo conseguí, Marcos estaba durmiendo a mi lado así que , me abracé a él como un náufrago se abraza a su tabla de salvación; ahora mismo Marcos para mí era esa tabla; me sentía un poco culpable, porque no sabía bien lo que sentía por él. Si era amor o solo me sentía protegida y si eso era así me parecía egoísta, ya que él me había confesado por la mañana antes de que le contará bien a fondo como tomé la decisión de dejarlo todo y venirme a Italia.

Nada más calmarme, me levante muy despacio, todo lo que hacía era seguido por la atenta mirada de él, además intentaba entender la situación pero la verdad yo misma soy 'difícil de entender', necesitaba estar sola y pensar; así que me encerré en el baño y mientras me daba una ducha pensaba que hacer, lo que no quería era amargarle el viaje, no sé lo merecía. Nada más terminar de ducharme, decidí ir a dar un paseo para ello me puse mi conjunto más cómodo además de mis zapatillas favoritas.

Necesitaba estar sola y que mejor lugar que la playa al atardecer, solo le pedí que me dejará sola, tenía que pensar muy bien las cosas y aclarar mis sentimientos, ya que no quería lastimarle . Cómo quería estar sola y tampoco me apetecía caminar, cogí el coche, cuando quise darme cuenta había llegado a una cala solitaria, era preciosa. Me bajé del coche y camine un rato por la playa, después me senté a ver el atardecer y me adentre tanto en mis pensamiento que no escuché el móvil, cuando conteste Marcos estaba demasiado preocupado y un poco cabreado.
-¿Sí?.
-Alejandra ¿dónde estás?.
-En la playa.
-Y ¿por qué no contestas el móvil?
-Porque no lo había escuchado, estaba pensando.
-Pero, ¿estás bien?
-Sí, tranquilo en un rato vuelvo, no te preocupes, estoy bien
-De acuerdo,¿pero en que piensas?
-La verdad, en todo y nada.
-¿Cómo?
-No estoy pensando en una cosas solamente, intento poner mis pensamientos en orden y también mis sentimientos.
-¿Lo consigues?
-No.
-Quieres que vaya.
-Bueno, te mando la dirección por el whatsaapp.
-Ok , ahora nos vemos.
Le mandé la dirección como habíamos quedado, esta vez en vez de pensar me puse a escuchar música , estaba tan sumida en pensamientos que no me había dado cuenta de la llegada de Marcos, así que me pilló cantado la canción de Alejandro Sanz "a que no me dejas"

En cuento él me abrazó por la espalda  instintivamente deje de cantar, en sus brazos me sentía segura pero me descoló la pregunta que me hizo la cual me dejo sin respuesta o por lo menos la tenía que pensar muy bien.

-¿A qué le tienes miedo Alejandra?
-*pensando* a nada
-Está bien, te replanteo la pregunta ¿qué es lo que te hace sentir culpable?
-*pensando* Todo
-Has pensado alguna vez que no es tu culpa
-Sí.
-Entonces ¿por qué te sigues sintiendo culpable?
-*pensando*, no sé, será que es un sentimiento que me vino de golpe y no sé manejarlo.
-Sabes una cosa.
-No, dime
-Me parece que eres demasiado joven para sentirte culpable de la decisiones de los demás, nunca fue tu responsabilidad, solo eras una niña; creo que a llegado el momento de que disfrutes tu vida y de que seas feliz, sin pensar tanto en lo que puede pasar ya que los hubieras no existen y de los "y que" no sé puede vivir.
-No es tan fácil.
-¿Por qué?
-Porque no sé como hacerlo, primero debería aprender a manejar mis emociones y después ocuparme de mi vida, pero sobretodo no quiero hacer daño a nadie por el camino
-Es muy fácil, porque no te dejas llevar por lo que te dice tu corazón y dejas que del resto se ocupe el tiempo que para eso está.
-Lo que pasa que si me dejo llevar por lo que siento y sale mal , no solo saldré lastimada yo, que a fin de cuentas sería lo de menos, el problemas es si tu sales lastimado.
-Eso es un riesgo que hay que correr, la vida es vivir el momento y no pensar en lo que puede pasar después, puede salir bien, como puede salir mal, pero pase lo que pase nunca te quedarás con la duda de que hubiera pasado si no lo intentas.
-Estoy de acuerdo, pero ¿y si te hago daño?.
-Eso sería mi problema, hazme un favor, los días que dure el viaje deja de pensar las cosas y buscar un porque, solo disfruta y déjate llevar por lo que siente, ya cuando volvamos si quieres analizamos las cosas a fondo y vemos como nos ha ido ¿te parece bien?
-Sí.

Hice lo que él me dijo y empecé desde ese momento a dejar llevarme por mis sentimiento y ahora mismo tenía ganas de besarlo y eso fue lo que hice; el resto ya se verá como acaba...

El pasado siempre vuelveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora