Hola, me llamo Laura y muchos me conoceréis por haber sido la amante de Marcos, pero realmente nuestra relación es un poco más compleja que el simple hecho de habernos acostado durante cuatro años, así que mejor os voy a contar de que nos conocemos Marcos y yo y como es que llegamos a este punto.
Tanto Marcos como yo somos de Florencia, los dos tenemos la misma edad, bueno en realidad él es unos meses mayor que yo, pero siempre hemos ido a las mimas clases hasta que en Bachiller se separaron nuestro caminos porque el escogió el bachiller científico y yo el de ciencias sociales, como sabéis él es arquitecto, y yo me dedico a la gestión y dirección de empresas, es decir, llevo la parte económica de su empresa y más en concreto de sus proyectos.
Ya en el Instituto tonteamos con ser "novios" pero nunca llegó a ser algo serio, así que cuando empezamos la universidad decimos quedar como buenos amigos; durante muchos años no supe de él, la verdad manteníamos poco el contacto, ya que él se fue hacer la carrera a Nueva York y yo hice mi carrera en Roma.Mi vida universitaria fue bastante entretenida, tengo buenos recuerdos de esa época. Con Marcos cada vez el contacto fue a menos, él solo venía los veranos, pero cuando termino la carrera cada vez le costaba venir más, supe por su hermana Alicia que le iba bien en Nueva York, trabaja de su carrera y en mi caso había conseguido un puesto en la empresa de su padre, pero nuestro contacto seguía siendo nulo.
Las dos veces que más tiempo pase con él fue durante la boda de su hermana y el bautizo de su sobrina, él había cogido la costumbre de acostarse con las chicas, pero no quería nada serio y yo seguía enamorada de él así que sabiendo en el terreno en el que me metía, en esas dos veces también compartimos camas, pero por más que hable de futuro con él, Marcos lo tenía claro, vivía por y para su carrera, no quería, en ese momento, formar un familia y muchos menos tener una novia y a todas sus amigas se lo dejaba claro, y sino nunca llegaba a más, tampoco busca hacer daño a nadie, él creía que se movía en un mundo de adultos y que los juegos de adolescentes habían quedado en el pasado y así es como vivía en Nueva York.
Pero hace cinco años, las cosas cambiaron, un día llegó a la empresa muy sonriente, más de lo habitual en él, y cuando paramos a comer me pregunto sobre si poner o no corbata y donde era el mejor lugar para llevar a una chicha a comer, me extraño esa pregunta en él, ya que casi nunca llevaba a sus conquista a cenar, y claro cuando me contó de que iba la cosas puede darme cuenta antes que él de que esa rubia de la playa le gustaba más de lo que decía y el tiempo me dio la razón, tanto que poco a poco, él empezó hacer todo lo que nunca quiso hacer, ni mucho menos escuchar conmigo. Es decir, se fue a vivir con ella, se iban juntos de vacaciones, le propuso hasta matrimonio, pero lo que fue peor es que han tenido tres niños, tres, y él conmigo nunca se planteó tan siquiera tener uno.
Con el tiempo, las cosas entre él y Alejandra empezaron a ir mal, es verdad, que yo tuve algo que ver, había visto como Marcos dejaba su sueño de abrir su propia sucursal en Nueva york a un lado por el bebé que venía en camino, como después de todo había aceptado aplazar la boda solo porque ella tenía miedo, o no se veía preparada, así que le alenté a luchar por sus sueños como Alejandra luchaba por los sueños, lo que no sabía es que iban a intentar salvar su relación por tanto tiempo y fingir aún más que no pasaba nada.
He de reconocer, que cuando anime a Marcos a perseguir su sueños lo hice un poco más por mí que por él, en el fondo me molestaba que fuera feliz con Alejandra, porque por más que nosotros la habíamos intentado no lo habíamos conseguido, la primera vez fue de mutuo acuerdo, las otros dos veces porque él no dio pie, fue muy claro desde el primer momento, en cambio con Alejandra tan siquiera se planteo tener algo pasajero con ella desde el primer momento aunque no lo digiera abiertamente se había planteado tener una relación seria con ella y lo supe cuando al día siguiente de su cita se presento en la oficina por la tarde sonriente y con la noticia de que había vuelto ha quedar con ella, tenía una sonrisa diferente, una que nunca le había visto pero la confirmación la obtuve cuando me dijo que habían pasado la noche en casa de sus padre y que por primera vez en años no se había acostado en ella.
Después de un año y con el nacimiento de Lucas, por fin nos fuimos a Nueva York, su relación iba mal pero lo seguían intentando, veía como él luchaba por esa relación con uñas y dientes pero como en esa batalla casi siempre ganaba el orgullo de ambos pero a pesar de todo podía su amor.
Pero resumiendo, nuestra relación se dio un día que al volver Marcos de Florencia, poco después del bautizo de Lucas, él estaba desbastado había vuelto a discutir y aprovechando que habíamos cenado juntos para ver el balance de las cuentas del último proyecto y que él había bebido de más, he de reconocer que me aproveche de la ocasión y términos durmiendo juntos, es verdad que él al día siguiente se arrepintió, pero también es verdad que se volvió una costumbre que duró cuatro años hasta que se dio cuenta que había perdido a Alejandra. Después de ese fatídico fin de semana, rompimos la relación pero él no reconquisto a Alex, al contrario durante cuatro mes entró en una espiral de auto destrucción hasta que decidió ir en persona a arreglar las cosas con ella porque sabía que era la mujer de su vida, no por los hijos que tenía en común, sino porque no encontraba a ninguna que le llenara tanto como ella, tan siquiera su trabajo le daba ya esa felicidad, sin Alejandra todo había perdido sentido.
Así que ahora en la actualidad, Marcos ha tenido otro bebé con Alejandra, ella lo ama, es verdad que le cuesta decírselo, pero sé en el fondo que se aman más que nada en el mundo, así que me voy a ir, voy a dejar la empresa, y espero que algún día pueda retomar mi amistas con Marcos, pero ahora mismo ya ni eso queda, me aproveche de sus debilidades, de nuestra amistad, no fui sincera con él cuando él siempre había sido sincero conmigo, él siempre me dejo claro desde que éramos adolescente que no sentía lo mismo que yo, que solo éramos amigos, pero yo no lo quise entender, y a diferencia de cuando éramos diferente que fue de mutuo acuerdo y es verdad que dolió, menos, pero dolió, sin embargo esta vez la mayor responsable, sin quitar la parte de responsabilidad que tenga Marcos en esta historia, soy yo, porque no solo he salido lastimada yo, sino que he provocado dolor a una persona que no tiene culpa de nada, como es Alejandra que incluso fue amable conmigo y pero si algo tengo que afirmar sobre esta pareja es que pase lo que pase con estos dos, van a llegar lejos, porque una gran familia y una gran pareja.
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El pasado siempre vuelve
RomanceCon el tiempo he descubierto que lo que dicen del pasado, que es posible enterrarlo, no es cierto. Porque el pasado se abre pasa a zarpazos.