juego de almas II

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Elizabeth

Me acerco muy despacio a la silla que me corresponde, el acompañante de Undetaker me ayuda a acomodar la silla y respiro hondo antes de hablar
- ¿Que sucede?
- Tenemos un pequeño problema
- ¿Cual?
- Apestas a demonio
Me tomo unos segundos antes de contestar, sinceramente no entiendo a que se refiere con ese comentario
- Bueno... Supongo que es lógico, yo, paso todo el día en la misma mansión qué Sebastian y...

Under estalla en risas, ahora entiendo menos, a los pocos instantes de haber comenzado para su risa en seco, se levanta de su asiento y camina hacia mi.
- Lizzy... - el hombre toma mi mano y me ayuda a levantarme, me aleja un par de pasos de la mesa y voltea a verme - ¡hiciste un juramento con él! - siento el duro impacto de su mano contra mi mejilla, el rostro me arde y mis ojos lagrimean, el ardor en intenso pero no tanto como el miedo.
- Pe.. Pero no fue la gran cosa solo unas palabras al aire
- Te equivocas, te tiene atada a él ¿Pediste a caso una traducción de lo que estabas diciendo?
-No me pareció importante...
- ¿Que no te pareció importante? - esa asquerosa sonrisa vuelve a su rostro, ahora entiendo lo despreciable que es - caíste completamente en su trampa, si no le ganas al demonio te convertirás en su sirviente, y entonces hará lo que quiera de ti.
- Pe... Pero tú puedes ayudarme ¿no? Si encontraste la forma de evitar que te detectara a ti y a otros puedes encontrar también la manera de romper ese juramento
- Lamento decirte que me es imposible. En tu juramento te negaste a aceptar la salvación de Dios en caso de fallar. Así que tienes una semana para enamorar al conde.
- Vaya que los humanos son estúpidos- escucho decir a la pelirroja - creí que el hecho de convivir con demonios y shinigamis era por que tenías un poco de cerebro. Pero ya veo que no... Solo eres una niña caprichosa. Es por eso que no estas a la altura de alguien como el Conde Phantomhive... Él si piensa
Un calor casi insoportable recorre mis venas, giro bruscamente y acercándome a la mesa tomo un cuchillo de entre los cubiertos.
Corro hacia ella empuñando el instrumento de plata y sin dudarlo doy una apuñalada a su costado... Todo se vuelve borroso por un instante, el sudor recorre mi frente y mi cuerpo esta sorprendentemente cansado, es como si toda energía me hubiese abandonado. No puedo respirar y las manos me tiemblan, he olvidado también el escozor en mi mejilla y el enojo provocado por los insultos de la chica.
- ¿Eso es todo?
Poco a poco mi vista se va aclarando y puedo notar que no logré perforar mi objetivo, tiene el cuchillo entre los dedos. Un hilo de sangre recorre su mano y al alzar el rostro puedo notar la despreciable mueca de burla en su cara, toma mi brazo con la mano que tiene libre y obligándome a soltar el cuchillo me empuja con tal fuerza que caigo al piso
- Querida... Hay algo muy importante que debes recordar... ¡Soy un demonio! Hahaha...
-Irina Calla... Vienen hacia acá - advierte el segundo demonio, todos se mueven de sus lugares y se acercan a la ventana, lo último que veo y escucho es a Undertaker - Le deseo suerte Lady Elizabeth - y sin más salta por la ventana seguido de sus dos compinches.
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Ciel

Son cerca de las diez de la noche, Sebastian me hizo mentirle a mi prima, le dije que me sentía mal y que por eso no la acompañaría a cenar, por supuesto ella se molestó e hizo un berrinche enorme, pero la convencí de que en realidad estaba enfermo. Ya tengo hambre y ese demonio no se apura. Dijo que vendría por mi en cuanto Elizabeth se durmiera pero si tarda mas moriré de inanición. Bueno exageré un poco. Miro el reloj una vez más y me doy cuenta de que faltan dos minutos para las diez, estoy emocionado, no me imagino que es lo que tiene planeado, puede que sea un cena como la vez pasada o quizás un paseo nocturno... Sea lo que sea estoy seguro de que será algo maravilloso.  Creo que iré a refrescarme un poco, no puedo aparecer frente a él con este aspecto... Espera ¿Que acabo de decir? Parezco una chiquilla. Sin detenerme a pensar mas me levanto de la cama y camino hacia el baño, al entrar me dirijo al lavamanos, abro la llave de este y me mojo el rostro un par de veces, el agua esta fría pero me sirve para calmar un poco los nervios que siento. Me miro al espejo que tengo en frente y tomo de un costado una toalla. Después de secar mi rostro aliso mis ropas para quitarles de encima cualquier pelusa e imperfección, ajusto bien mis medias y  acomodo mi cabello, en esto ultimo tardo bastante ya que es imposible que mi cabello se quede quieto
- Es inutil... - susurro con molestia

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