3

1K 73 15
                                    

Hoy jugaba Chile un amistoso con México, me levanté temprano ya que antes del partido debía reunirme con algunos jugadores por el tema de la asesoría. Necesitaba que me explicaran el tema para poder ayudarlos. Bajé a tomar desayuno y me encontré con mi hermano, no sabía qué decirle. Tenía la sensación de que se iba a enojar si sabía que iba a trabajar durante nuestras vacaciones, pero ¿Qué podía hacerle? Era mi trabajo y si mi jefe me lo pedía tenía que hacerlo.

—Entonces Lizzie, ¿vamos? — dijo mi hermano levantándose de la mesa cuando terminamos el desayuno. Bien era hora de las buenas nuevas o quizás no tan buenas.

—No, yo no iré Bach—le dije por el apodo que le decían sus amigos. Él volvió a sentarse en la mesa. Y me miró con cara interrogante.

—¿Cómo es eso? ¿Por qué no vienes conmigo? Estuviste casi toda la última semana acerca de lo bien que lo pasaría junto a los sudamericanos. —suspiré.

—Sí lo sé Sebastián, me reuniré contigo más tarde, ahora tengo cosas que hacer— él enarcó una ceja. Por supuesto que preguntándose qué tenía que hacer, si yo no conocía a nadie acá en California. —Tengo que ir a trabajar hermano.

—¿Qué? ¿Trabajar? — mi hermano se veía confundido. — No entiendo, pero si estás de vacaciones. ¿o qué?

—Sí, o sea se suponía que estaba de vacaciones pero en el bufete me necesitan para encargarme de un caso aquí en California... Un caso especial.

—¿A qué te refieres con un caso especial Lizzie? — Sebastián me miraba con seriedad, sabía que a él le cargaban que le cambiaran los planes a última hora.

—Tengo que prestar una asesoría por unos temas de dinero... a la selección chilena— él abrió los ojos como platos.

—¿QUÉ? ¿Tú te volviste loca Elisa? —me estaba diciendo Elisa, lo que quiere decir es que en verdad estaba enojado. —Te lo prohíbo, tú no puedes aceptar ese trabajo...

—Ya lo acepté Sebastián, ya no me puedo retractar, además no entiendo ¿cuál es el problema con que trabaje con la selección chilena? Siento que me estoy perdiendo de algo importante aquí, cuando mi mamá se enteró de que ibas a estar a cargo de reportear a la selección chilena se volvió como loca. Dime qué mierda está pasando Sebastián.

—No pasa nada Elisa, solo que...— suspiró— ¿no puedo hacer nada para que te retractes? — negué con la cabeza—Bien, entonces solo hazlo, pero quiero que sepas que no estoy para nada de acuerdo con esto...

—Bueno Sebastián no necesito tu aprobación, ya tengo 30 años puedo hacer lo que yo quiera—me paré de la mesa y él quedó ahí sentado con el ceño fruncido. Tomé mi cartera y mi blazer y salí del hotel. No entendía la reacción de mi hermano ¿por qué odiaba tanto Chile? Nunca lo he comprendido. Por lo menos mi madre es estadounidense lo puedo entender un poco más, pero mi hermano no, él es chileno por Ius solis e Ius sanguineus, debería sentirse representado por su país, además de que vivió la mayor parte de su vida allá. ¿Qué será lo que habrá pasado que no me quieren contar? No pude dejar de pensar en eso hasta que me reuní con Theodore, el hijo de don Edmond, mi jefe.

Así que tú eres la famosa Lizzie— dijo él con una sonrisa resplandeciente, que hizo que sus ojos de color cielo se iluminaran, era muy parecido a su hermano en aspecto físico, pero había algo que lo hacía diferente, su forma de vestir y su postura me hacían recordar más a su padre, quizás este hijo sí se parecía al señor Edmond y quizás había heredado su caballerosidad. Porque Andrew no tiene nada de su padre.

No sabía que era tan famosa— me encogí de hombros y besé su mejilla como saludo. Él me regaló una sonrisa.

Uf ni te imaginas, mi padre y mi hermano no paran de hablar maravillas sobre ti— sabía que el señor Edmond me tenía bien considerada, pero no sabía qué hablaba de mí y bueno ya me imagino qué cosas hablara Andy de mí.

Don't you remember?|| Claudio BravoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora