Don't you remember?|| Claudio Bravo

5

Mi hermano casi no me habló y yo tampoco a él. Creo que en verdad estaba enojado por todo esto. ¿Claudio tendría algo que ver? Yo creo que sí, él me dijo que no le caía muy bien a mi hermano... ¿Qué habrá pasado entre ellos? Tenía que preguntarle todo esto a mi hermano, pero me daba miedo su reacción. Nunca se tomaba bien cuando empezaba a preguntar por el pasado.

—Bash necesito hablar contigo...— le dije cuando ya estábamos de vuelta en nuestro hotel. Él suspiró.

—Elisa ahora no tengo tiempo para hablar— bufé.

—¿Y cuándo lo tendrás Sebastián? —su mirada me evitaba, lo que quería decir que él igual estaba evitando tener una conversación conmigo.

—Después Elisa, ahora tengo que ir a las afueras del estadio a grabar—asentí—toma, aquí está la entrada para que entres al estadio— la sacó de su bolsillo y me la pasó— Y para irte tomas un taxi afuera y le dices que te lleve al Estadio Qualcomm— rodé los ojos.

—Sebastián sí sé, no soy una niña chica, no me tienes que decir cómo llegar al estadio, me las puedo arreglar yo solita ¿okay?

—Está bien, pero no es para que te enojes Elisa, eres mi hermana pequeña y siempre te protegeré y cuidaré...

—Sebastián no, espera, no te vas a ir hasta que hablemos, me estás evitando, puedo reconocerlo. Si no hablamos ahora no lo vamos a hacer nunca, me vas a evitar hasta que se me olvide el tema— él suspiró.

—¿De qué mierda quieres hablar Elisa? —dijo notablemente disgustado.

—¿Quién es Claudio Bravo, Sebastián? — pregunté. No me caracterizaba por darle muchas vueltas a las cosas, era mejor ir al grano. Él abrió los ojos sorprendido por mi pregunta, sin embargo luego intentó ocultar su sorpresa.

—El arquero y capitán de la selección chilena, Lizzie— ¿Cree que soy tonta? Su evasión no funciona y me dice que algo más hay aquí— ¿Por qué lo preguntas?

—Por favor hermano no creas que soy tonta porque no lo soy. Ahora responde ¿Qué era él para mí?

—Elisa, ¿de qué estás hablando? — se hizo el desentendido. Odiaba que me mintieran y me ocultaran cosas, ya había soportado años de lo mismo, pero ya no más.

—De que estoy cansada de que tú y mamá me oculten mi pasado, tengo derecho a saber qué es lo que me pasó, por qué tuve ese accidente y conocer mi vida. Gracias a que ustedes me lo han ocultado durante seis años, hoy quedé como una estúpida frente a mis clientes, resultó ser que dos de ellos me conocían y yo no tenía ninguna maldita idea de aquello Sebastián. Ahora dime ¿Quién era Claudio Bravo para mí? — le dije con mi tono de abogada, mi tono intimidador. Él se removió incómodo.

—No era nadie Elisa ¿ya? No sé qué pudo ser lo que te dijo ese tipo, pero nada de lo te diga es verdad, él no era nadie para ti ¿me entiendes? — dijo hablándome en un tono que no me gustó para nada. Muy fuerte y tirando para lo agresivo.

—A ver, cálmate Sebastián, no me vengas a hablar así—él bufó— y por favor dime la verdad...

—¿Qué verdad quieres Elisa? ¡Él no es nadie! —gritó haciéndome saltar. Nunca lo había visto así. Tenía los puños apretados y estaba rojo de la rabia.

—Entonces si no es nadie, ¿por qué lo odias tanto? — él me miró como si yo estuviese loca— y no me mires así. Algo te pasó con él estás apretando los puños, tu mandíbula está tensa y tu cara roja. Además por si te olvidas soy abogada, sé cuando alguien me miente o me oculta algo. Ahora dime Sebastián—estaba decidida no iba a dejar que me siguieran ocultando mi pasado.