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Estaba en California otra vez, espero que esta vez Chile sí tenga buena suerte, y pasen a semifinales. Mi hermano decía que iba a estar difícil porque les tocaba con México y ya habían perdido con México previo a la Copa Centenario y porque los mexicanos iban a ser prácticamente locales, pero yo tenía fe.

Lo primero que hice al llegar a California fue ir a buscar a Claudio, quería que él fuera el primero en saber que ya recordaba todo, ni siquiera le había contado a Sebastián. Ni a mi madre que me había llamado ayer en la noche. Estaba tan feliz de que mis recuerdos estuvieran de vuelta aunque mi cabeza no había dejado de doler...

—Hola Eli— me saludó José Pedro cuando iba en busca del Claudio. Le sonreí y luego besé su mejilla en forma de saludo.

—Hola Chapita— dije con una sonrisa en el rostro. No sé qué onda pero no la podía quitar de ahí.

—Veo que estás feliz— dijo él devolviéndome la sonrisa—¿Cómo estuvo el viaje? — preguntó.

—Bien, aunque un poco aburrido, demasiado largo, odio viajar tanto en avión, no estoy acostumbrada— hice una mueca.

—¿Y qué onda solucionaste tu problema con el Claudio? —preguntó. Mi sonrisa decayó. Ahora que lo mencionaba no habíamos solucionado nada, solo habíamos terminado en una cama, él aún estaba con la Carla...

—Algo así—arrugué la nariz. De repente sentí unos brazos rodeando mi cintura. Era el Claudio. Podía sentir su aroma particular, ese que siempre ha tenido, él que no ha cambiado con el tiempo.

—Hola muñeca— dijo dándome un beso en el cuello. Chapita se removió incómodo. Estúpido Claudio, siempre lo mismo. Siempre fue un dominante de mierda, le gustaba marcar territorio, debo confesar que esa mierda nunca me ha gustado, pero con el Claudio había un no sé qué, que me gustaba que fuera así— Chapita— dijo entre dientes.

—Hola Capi— Chapita se veía demasiado incómodo ante la presencia de Claudio— emm... yo es mejor que los deje solos. Hasta luego Eli— le di una sonrisa.

—Nos vemos Chapita— él me dio una media sonrisa y se fue.

—¿Y eso qué fue? —preguntó el Claudio en mi oído. Un estremecimiento recorrió mi cuerpo al sentir su voz ronca tan cerca.

—¿Qué fue de qué? — me giré entre sus brazos para mirarlo a los ojos— solo hablaba con un amigo— él tenía el ceño fruncido.

—Amigo já. Ese hueón solo quiere contigo, se le nota—resopló.

—Oye no te pongas celoso Claudio, si en serio es mi amigo... Oye tengo algo importante que contarte...

—Yo igual tengo algo importante que contarte Eli, pero las damas primero así que cuéntame qué pasó...

—Bueno lo que pasó, es que recordé Claudio, recordé todo— su mirada era indescifrable.

—¿Qué? Eso quiere decir que ¿te acordaste de mí? ¿Me recordaste? —me miró emocionado. Sus ojos brillaban

—Sí, bebé te recuerdo, recuerdo todo, recuerdo esa vez que me diste mi primer beso en aquella fiesta, cuando yo era una total nerd, recuerdo cuando me pediste pololeo en la mitad de un acto del colegio...

Los lentes se habían ido, seguía siendo una nerd, pero una nerd sin lentes porque ahora usaba mis lentes de contacto, aunque cuando cumpliera los dieciocho podía operarme así que lo haría... Lo mejor de todo es que ahora tenía una cosa con el Claudio, nos habíamos besado unas cuantas veces, aunque me daba miedo que como no teníamos ninguna cosa formal, él pudiera andar con otra... Hoy era 12 de Septiembre del 2001 y estábamos en pleno acto del dieciocho de septiembre y no sé por qué a mí siempre me hacían leer los libretos. Así que ahí estaba presentando a unos niños que iban a bailar un baile de la zona sur de chile, el vals chilote. Con este baile se cerraba el acto, y luego podría irme a mi casita.

Don't you remember?|| Claudio BravoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora