Escapada

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El policía me hizo bajar del coche y me puso unas esposas. En la entrada a comisaría me cachearon y obviamente no encontraron nada. Aun así, me metieron en el cuartelillo. En todos los sitios NORMALES no suele haber nadie metido, pero en mi barrio habian seis personas y una cabra negra.

Según me informé, uno de ellos estaba esperando a que viniera el coche de presos para llevarlo a los juzgados, ya que le habian pillado con un platano encima. La señora de pelos alborotados de su izquierda habia sido denunciada por contaminación acustica mientras cantaba la canción de la teletienda. Los otros tres no hablaron y, según el primer hombre, la cabra estaba ahí por comer hierba de los jardines públicos.

Esperé sentada en uno de los banquillos hasta que llamaron a mis padres.

-Tienes derecho a una llamada-Me dijo el policía pasándome el teléfono.

Marqué el teléfono de mi padre y saltó el contestador.

"¿Cansado de beber el cafe de una forma aburrida? Las tazapizzarra son tu soluci..."

Como mi padre no había cojido el telefono el policía me dijo la escusa de que no podia llamar a nadie más. Un oficial de policía se acercó y le dió un folio a uno de sus subordinados con nombres apuntados a lapiz.

-¿Tú eres Kim? -Preguntó el policía sin levantar la vista del papel.
-Si.
-Bien, pues tienes que ir a los juzgados, ellos decidirán si vas a un centro de menores o si eres libre.
-¿Que, que, QUE?

Eso ya era demasiado. No podía ir a un centro de menores por ir con un monopatín por la carretera. Esto era injusto. No aguantaba más. ¡Este barrio me ha sacado de mis casillas!

Cuando el policía se fué le di a la cabra un trozo de galleta que me había sobrado y esta, sin venir a cuento, se estrelló contra la puerta, haciendose que se abriera. Sin dudarlo, salí corriendo detras de ella y, detras mía, el hombre del platano.

Entré al despacho a recoger mi patinete.

-¡Esto es mio!-Le dije al policía, que estaba comiendo donuts.

El policía empezó a ahogarse con un trozo de donut que se le habia quedado atravesado y la cabra que tenía un instinto de salvavidas, le dió una patada en la barriga y el trozo de donut salió disparado, dándole al oficial de policía en el ojo. Conseguimls escapar de la comisaría y no se que habrá pasado con mi amigp del plátano pero no le he vuelto a ver desde entonces.

Al parecer la cabra no tenia dueño y decidí adoptarla. Nadie se daria cuenta en mi casa. Le llamé Benjamin. Ambos nos dirijimos a casa.

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⏰ Última actualización: Jun 20, 2016 ⏰

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