Una noche en el barrio y otros sucesos

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Una semana más tarde, los antidisturbios fueron al barrio para calmar ese alboroto. Si vierais a los policías con plátanos en vez de con pistolas... os meariais de la risa. Ah si, ¿queréis saber por qué les aterrorizan tanto los plátanos? Pues no es el momento, JÁ. Continuamos:

Volví a mi casa de nuevo, no me hacía ilusión pero mi madre me llamó insistiendo con que tenia que ayudarle a preparar la cena. Mi madre no se mlestaba por que me mudara al barrio de al lado.

Mi madre me dijo que aquella noche mi padre y ella aprovechaban para salir un fin de romántico ya que la mosca estaba en el cuartelillo por intentar robar los tenedores a la vieja. Por una vez pensé que, mi hermano, el cabeza de chorlito que tenia dos años más que yo pero aun así iba a mi clase, había tenido una genial idea. Me asustaba quedarme una noche sola. Por si acaso, cerré toda mi casa, las ventanas, las persianas y el doble pestillo de la casa. Por si acaso, el plátano estaba en la mesilla. Cuando estaba a punto de dormirme... Oí un ruido.

BAM encendí la luz.

-Maldita cabra... -dije apuntándole con el platano.
-Beeeh.

Le dejé la cabra a la Paqui en el pasillo del patio y volví a entrar en casa. Volví a irme a dormir. ¿Pero que?¿Y ahora que? ¿Qué son esos gritos? Me asomé a la ventana y escuché como si hubiera un altavoz (además del eco de la calle) como la vecina de abajo se había traído un "rollete". La tía podría bajar un poco el volumen. ¿Mañana tengo colegio, sabes? Que era la Rosa. Esta se traía un Boys cada fin de semana.

En fin.

A la mañana siguiente casi me cargo a la cabra que hoy no me había despertado como todos los días. Me vestí corriendo y me fuí hacia el insti.
Desgraciadamente, mi clase da al patio donde se juega a football, basket, volley y todos esos juegos... en clase de lengua, un balón de Football americano atravesó la ventana y cuando pareció que le iba a dar a mi compañero, este se agachó y me dió a mi en toda la jeta. Salí de la clase que parecía un tomate. Madre, todos se reían de mi. Despues del patio, por la ventana que no estaba rota, algo blanco entro por la ventana, pero esta vez solo cayó detrás mía. La profesora se asomó a la ventana.

-¿De quien demonios es ese váter? ¡Subid a por el ahora mismo!-Dijo como una urraca- Bien, sigamos con la clase...

Crónicas De Mi BarrioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora