Salida

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-Pero me siento sin vida ya, es la misma rutina entre tres diferentes cuartos, de la cenaduría a la nevería y de ahí a mi cuarto.- Mi corazón empieza a acelerarse, queriendo salir de mi pecho, quiere correr, porque siente que él y mi alma se están ahogando dentro de mí, una figura estática, en la misma habitación, en la misma ciudad, todo lo que conocía era Monterrey. Quería que entendiera mi posición, por más que manoteaba y abría de par en par los ojos para que saliera la desesperación de mi cuerpo nadie la habia sentido.-
- A veces sueño conmigo misma seca, ahí, sentada en mi cama.

Ve hacia la pared con su mirada siempre decidida, con fuerza, siempre desafiando. Tiene esa misma mirada desde que su madre murió cuando ella tenía 11 años, nunca se me olvidará la valentía a la que se empezó a enfrentarse a la vida desde ese momento en que tomó la mano de su papá cuando tuvo un episodio de catatonia en el funeral, justo como lo hacía su madre.
-Y cómo planeas hacerlo?.- Me sorprende que cediera tan siquiera a la idea, aunque en cuanto terminó de decirlo se llevó las manos entrelazadas a su boca sellada en una mueca.

-No creo que ellos vayan por mí, verdad?

-Te cuidan hasta cuando estas en tu cuarto, yo digo que tardaría pero no sé si eso te de tiempo para que regreses.

-No me mates todavía por favor.

Mira pensativa, siempre su mirada de fiera detrás de esos anteojos contrastan su vestimenta siempre fresca.- Me ire  el domingo.- Ahora su mirada es compasiva hacia mí, yo pongo mi vista en el televisor cambiante y nos quedamos en silencio.
 Se levanta de la mesa dandose pequeños golpes en las sienes.- Las dos sabemos porque quieres irte . Algo dentro de mí, como si fuera un techo, cae desde mi garganta hasta mi estomágo y en ella solo se le encorva un poco la espalda y se le reprime el pecho en pensarlo.

-Es mejor si te vas desde U.S.A, ya ahí sera más dificil establecer comunicación entre las dos policías,ni que decir si al momento de la investigación estando en Inglaterra, aparte lo primero que pensaran es que no saliste del país. Mañana iremos al consulado, de ahí esperamos y cree en Dios que te darán el permiso.

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-De dónde es ese dinero?

-De la quimio

-Llegando alla tendrás que cambiar un poco para las cámaras de seguridad y pues el clima que no es como aquí.

-Pienso como se sentiran mis padres mañana al despertarse y buscarme.

-Cruzando la frontera ya no hay nada de que preocuparse, no llegarían tan lejos, lo he estado pensando. Lo bueno es que daran con la verdad en mínimo un día y para eso ya estaremos al menos cerca de las afueras de San Antonio...- Se mueve de atrás hacia adelante en el asiento, dando palmadas en el volante. Mira con ojos muy abiertos.
-Te estas arrepintiendo?

-No, solo es que... Está pasando.

Quita la mirada de la fila de espera, que se achica más y más, para posar esos sorprendentes y ahora insensatos ojos en mi cara. Se parece ahora a mí y es lo último de lo que me siento culpable en ese momento, porque forzada o no por la situación y mis caprichos, se esta metiendo en un asunto que puede acabar mal para ella, una joven con destino.

-En cuanto cruzemos trata de dormir, necesitaré dormir para seguir y tendras que hacer la vigilancia por mí.- Veo como baja y sube su garganta cuando pasa saliva y las pequeñas gotas de sudor en su frente, ninguna de las dos engañamos a nadie pero tratamos de hacerlo mayormente para nosotras mismas.

Asiento y nuestras caras se iluminan de rojo a verde, de verde a rojo al acercarnos a la línea.




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⏰ Última actualización: Jul 02, 2016 ⏰

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Olivia y el tren de lluvia  (Olivia and the London rain)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora