Lapsos de felicidad

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-Tom, salgamos a caminar- le dije acostada en mi cama.

-No, sal tú sola- me respondió desde el baño.

Genial, el cabrón siempre quiere salir a algún lado y ahora que yo quiero salir él no quiere ¡POR QUÉ?

-¿Qué es esto?- estaba en el marco de la puerta con algo entre sus manos.

-Sabes, ya no quiero ir a caminar- destendí la cama y así, con todo y ropa, me metí para dormir. Algo absurdo por que eran las 11 a. m.

No pude ni cerrar los ojos por que alguien me había jalado y sacado de la cama. Me cargo como un costal de cemento y me saco de mi casa. Hace un minuto quería salir de mi casa y ahora quiero regresar, cosa que sería imposible por que estaba en el hombro de Tom.

Él sabía muy bien a donde llevarme si quería hablar conmigo. El parque de mi infancia, recuerdo que aquí veniamos los sábados a jugar, mi papá y mis primos jugaban baloncesto y mis hermanas y yo en los juegos de cerca.

Hace no mucho había vuelto, pero no con Tom, sino con Gerardo, Carolina y con Sofia. Ellas estaban en mi casa para hacer un trabajo, según; nos aburrimos y le marcaron; saqué a la perra con nosotras y caminamos hasta el parque. Ese día todas estabamos mal, compramos cigarros, si no mal recuerdo ellas se fumaron 1 o 2, solo recuerdo bien que yo me fume 3. Bueno 2 y 1/4, el tercero fue entre todos. Nos subimos al pasamanos y Sofía pregunto: "¿Por qué es tu mejor amigo?"Carolina volteó a verlo y le preguntó lo mismo. Yo me reí. Se puso a pensar y nos dijo que él, desde que llego, había estado para ella, al igual que Jonathan.

La perra estaba inquieta, así que me baje y la solté para que caminaramos. Ví la resbaladilla y a la perra. Sofía vio mis negras intenciones y agarro a nuestra mascota en lo que yo me subia al juego, ya que estaba lista me la pasó y bajamos. Hicimos lo mismo una vez más.

Tom me bajo en el mismo lugar donde había estado con mis amigos, pero no estabamos en el pasamanos, sino, en los columpios.

-¿Por qué?- sacó de su bolsillo la navaja, creí que la había dejado.

-Agradece y no es un consolador- Dije seria y encendí un cigarro.

Te cuento mi historiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora