Chan noir se había quedado junto a Marinette hasta el preciso momento en el que ella quedo profundamente dormida. Se acerco a la chica mientras sus ojos inundados de preocupación acariciaron con amabilidad el sedoso cabello de una azabache que dormía plácidamente.
En la mente del felino se asomaba el inadvertido pensamiento de una desesperante e insoportable pregunta que había entrado en sus pensamientos en el momento en el que se dio cuenta que estaba enamorado de una chica a la cual se había acercado por pura casualidad, casualidad y despecho.
Aun así siendo este el caso, sabia bien que debía escoger a alguna chica, por su mente paso la fugas idea de preguntarle a ambas, pero, un chico que al verse rechazado por una chica, intenta su acción con otra podría resultar repulsivo, y aun siendo el caso de que nadie se entere, para el mismo seguirá siendo repulsivo no hay quiebre.
Salio de la habitación dispuesto a pensar en una solución, pero tal vez eso requería de tiempo ¿cuanto? El que fuera necesario.
Saltando de tejado en tejado, nuevamente descuidado. La nublada noche amenazaba con romper en una brusca tormenta, mientras pequeñas y delicadas gotas caían suavemente, suavemente sobre el pavimento, suavemente sobre los techos, suavemente sobre su rostro, cada vez menos suaves, llego aun así húmedo a su casa, mientras su transformación se deshacía un glotón y extraño bicho que asemejaba a un gato, pedía impaciente un pedazo de su queso favorito, Adrien se acerco fastidiado al refrigerador sacando un gran trozo de queso para vanamente llenar el insaciable apetito por queso de aquel kwami.
Sin mas pensamientos enredados decidió acostarse en su cómoda cama y dormir, suponía que al día siguiente encontraría una buena solución a su enredado problema amoroso.Ambos chicos despertaron al siguiente día, ambos llenos de preocupación, de la misma preocupación.
Marinette
No podía evitar pensar en el asunto de mis sentimientos, me había levantado mas temprano, mucho mas temprano de lo usual para preparar un clafoutis de cereza para ese chico agradable y dulce que tanto admiraba y amaba secretamente.
Aun levantándome temprano no pude evitar que se me hiciera tarde así que tuve que correr para llegar a tiempo y gracias a Dios llegue justo a tiempo. Alya me saludo muy felizmente y tras mirar mi misterioso paquete sonrió pícaramente dándome una mitada incomoda para mi.
-así que hoy te confesadas a Adrián y traes un regalo.
-no es eso, solo quería darle algo-tal vez el gran sonrojo que había adquirido mi rostro me hacia ver graciosa, o simplemente era la expresión que tenia porque Alya se burlo de mi cruelmente y al percatarse del escándalo Nino volteo a mirarme repitiendo la misma acción de Alya.
-que te traes con esa expresión Marinette-pregunto Nino tras un penoso intento por calmar sus carcajadas confirmando también mi duda, si era mi expresión.
-o vamos dejen de burlarse-dije suplicante como una niña pequeña que ruega por un dulce.
Aun así la única forma de calmar sus ya fastidiosas burlas fue la llegada de la profesora.
Tras un rato en clase salimos al receso y yo me dirigí muy valientemente a Alya.
-vamos Marinette porque te devuelves.
-o eso pues dije que quería darle algo a alguien pero no dije a quien, es para ti mi amada amiga Alya ten.
-aunque recibir un postre echo por ti es tentador, creo que esta vez deberías ser valiente y dárselo a Adrien no crees.
Tenia razón, no solo era un regalo, era mi prueba para saber si mis sentimientos eras mas fuertes por el.Adrien/Chat noir
Vi a marinette acercándose a mi mientras yo me hallaba preparado para fingir sorpresa por su adorable gesto de darme un delicioso postre que probablemente me había prohibido comer Nathalie (entre todo lo que tenia prohibido comer).
Su rostro sonrojado era tan lindo que mis impulsos pedían urgentemente un acercamiento a sus labios, y mi conciencia se apresuraba a controlarlos como la camisa de fuerza que contiene a un loco de sus fechorías.
-hola Adrien-dijo tímida.
-hola Marinette como estas.
Aunque trataba de decir algo parecía que las palabras no salían de su boca así que se limito a levantar la bolsa en la que traía el postre y acercarme la.
-¿para mi?-pregunte fingiendo sorpresa, mientras me auto señalaba con mi mano derecha. Ella solo se limito a asentir con la cabeza y tras recibir la bolsa la abrí y saque el postre,
-quería darte un regalo, se que es un poco tarde pero te agradezco mucho tu amabilidad con migo el día que llegaste con lo del malentendido del chicle y lo de la sombrilla.
-bueno no era necesario.
-lo se, pero quería hacerlo.
Sin más me apresure a introducir la cuchara y sacar un gran pedazo que introduje en mi boca.
-mmm... Delicioso-dije involuntariamente.
Sentí su mirada fija en mi, tanto así que llego a ponerme nervioso.
-me alegra que te halla gustado-dijo con una sonrisa enorme y una muestra de falta de nerviosismo.
-muchas gracias Marienette.
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Confusiones (Marichat)
Fanfiction¿Que pasaría si dos corazones rotos desesperados y decepcionados se juntaran para curar sus heridas mutuamente? Inesperadamente sucederán cosas que ninguno de ellos se pudo haber imaginado