¿Y si intentamos algo nuevo?

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Marinette

Era un día normal, por fin había decidido confesar mi amor a aquel chico, su cabello brillaba con la resplandeciente luz del sol y se movía al compás del viento, se encontraba parado en la puerta, hablando con Nino su mejor amigo, tras terminar de conversar y una corta despedida se dirigió a la puerta en busca de un elegante auto blindado que lo llevaría a casa.
Mi corazón palpitaba tan rápido que en vez de palpitaciones parecía un zumbido, de acuerdo tal vez exagero un poco pero era algo así. Me acerque despacio y dije su nombre suavemente, tal vez tenia la esperanza de que no me oyera y tuviera que postergar mi confesión, pero como era de esperarse de un chico tan perfecto como el, me oyó perfectamente. Volteo a verme y me brindo una bella sonrisa que me dejo paralizada.
-Marinette ¿como estas?
-Bi-bien-tartamudee, buscando con la vista por todos lados el valor que había estado reuniendo durante tanto tiempo para este momento-
-quieres decirme algo-pregunto inclinando la cabeza levemente a la derecha con una adorable expresión de intriga y entre cerrando sus bellos ojos esmeralda que penetraban mi alma, tanto así pareciendo ser que veía por completo mi ser-
Su mirada fija en mi me impedían por completo hablar, pero, tampoco podía seguir guardando me esto mas
-¡Me gustas!-grite-me gustas mucho-esta vez susurré.
-jajaja ¿que yo te gusto?. Pero que patética niña, como y porque se te paso por la cabeza la tonta idea de que podríamos estar juntos, yo amo a Chloé y eso jamás cambiara patética niña.
-¿a Chl-chloé?
-si, como lo escuchaste chloé Bourgeois.
Su voz se empezó a distorsionar pensé que me había despertado del susto de aquella pesadilla pero no fue así.
Desperté en medio de la noche, un brusco ruido en el balcón me hizo levantarme rápidamente.
Una figura se asomaba en las sombras y unos ojos esmeralda me vieron fijamente tan entristecidos que me hacian compartir su sentimiento.
-¿Chatnoir?-pregunte un poco asustada
-oh, así que en esta casa vive mi princesa-dijo mientras su tristeza se disimulaba en un gesto de alegría.
-¿que haces aquí? -pregunte y luego mire mi reloj-a las 2:45 de la mañana.
-¿acaso le alegra la visita nocturna mi princesa?
-claro que no-dije secamente-no puedes estar yendo a las casas de las chicas a las que salvaste así como así-
-oh, eres divertida princesa, ¿crees que sólo vine porque no tenia mas cosas que hacer?-dijo con una pequeña risa de gato burlón-que este aquí fue solo un accidente, iba corriendo en los tejados y me caí al distraer me mirando la luna, una hermosa luna llena ¿la puedes ver?-pregunto mientras acercaba su mejilla a la mía y señalaba esa enorme luna que se hallaba en el oscuro y negro cielo adornada con esas bellas estrellas.
-

Increíble, llevaba tiempo que no veía la luna así.
-pues yo no tengo nada que hacer, ¿y si la contemplamos juntos?-dijo el gato coqueta mente.

-si quieres quedarte esta bien-dije mirando hacia otra parte.
-¿te puedo preguntar algo princesa?
-mi nombre es Marinette por favor llámame así.
-supongo que esta bien.
-y bien, ¿que querías preguntar?
-¿porque tienes marcas de lágrimas en tu rostro?
No me había percatado de eso, pero tal vez el efecto de esa pesadilla me hizo llorar dormida.
-eres un gatito demasiado curioso, pero el sospechoso aquí eres tu.
-¿que?, a que te refieres.
-si, que hacías en medio de la noche saltando de un lado al otro.
-despejaba mi mente...
-¿acaso tu necesitas hacer eso?
-hey prin..digo marinette que insinuas con eso
-no mucho realmente
-eres bastante especial-suspiro levemente y me miro-hagamos un trato.
-¿que clase de trató?-pregunte precavida.
-tu me cuentas la razón de tus lágrimas y yo la razón por la cual estoy aquí ah esta hora.
-esta bien pero no te vallas a burlar- dije con pucheros de niña chiquita.
-oh no eso jamas haría eso-no se si lo decía irónicamente o era en serio, no pude notarlo
-bueno veras, yo estoy-pare un poco suspire y seguí-estoy pérdida mente enamorada de un chico, pero no creo que el me corresponda, el es tan perfecto que podría decir que no es normal, pero se que no soy yo a quien el anhela, aun así... No puedo dejar de amarlo.

Confusiones (Marichat)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora