Vampyr (Sasosaku adaptación)

Capitulo 2: Internado parte 2.

Les agradezco a las personas que hayan leído el primer capitulo y hayan comentado. En uno me aconsejaron el no hacer la adaptación de este libro, y aunque no quiera sonar grosera diré que lo siento. Yo lo hago por mero gusto, y aunque se que en esta adaptación los personajes que pongo no se adaptan a los del libro, yo lo hago porque pienso "Creo que se vería interesante él/ella como esta persona". Por favor no pienses mal de mi, solo lo hago por gusto. No tengo ningún fin al hacer esta adaptación; y aunque sea un libro largo y con una narrativa lenta donde Sasori demorará en hacer acto de aparición, se que a muchas personas les podría gustar. Yo no tengo afán en terminar esto y espero que ustedes tampoco. Si me quieren apoyar con este proyecto se los agradezco, sino quieren, no es necesario que me lo digan. Yo sola me daría cuenta al no recibir comentarios o algo. Y a la persona que me aconsejó el no hacer la adaptación, como dije, no quiero sonar grosera y no te lo tomes a mal, pero es mi pensamiento de que querer hacer, si no te gusta lo que dije por favor perdoname. No quería hacerte sentir mal.

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Capítulo 2: Internado parte 2.

No había firma, ni iniciales, ni destinatario. La letra podría haber sido la de cualquier alumna de Konoha no tōjō. Decidí guardarla para mostrársela a Konan más adelante. No sabía si era por el frio o por las emociones de la madrugada de ese día, pero sentí que el estómago se me revolvía cuando puse la nota sobre mi regazo. Entonces levanté la mano y le pedí a la señorita Yodo que me permitiese ausentarme del aula por unos instantes. Cuando me incorporé dejando el sobre dentro de pupitre, advertí que mis nauseas desaparecía casi por completo. Esperé un par de segundos, y volví a sentarme.

- -¿qué pasa, señorita Haruno? ¿es esta acaso otra de sus bromas?- preguntó la señorita Yodo.

- - No, en lo absoluto, señorita Yodo- repliqué- pensé que el desayuno me había sentado mal, pero ya estoy bien.

Ella me miro con recelo y prosiguió con la lección. Lo que estaba ocurriendo me parecía muy extraño. Volví a tocar el sobre y las náuseas regresaron. Retiré la mano de él y desaparecieron. Pensé que, por el motivo que fuese, tal vez no me convenía entrar en contacto con el sobre, al menos en ese momento. Al terminar la lección quise enseñárselo a Konan, y cuál no sería mi sorpresa al no hallarla por ningún lado. Me tardé un buen rato en salir del aula, pues vacié el contenido de mi pupitre varias veces. Nada. El misterioso sobre se había esfumado.

A la hora del almuerzo le narré a Konan lo que había acontecido con la nota que había encontrado, así como todos los detales de la noche anterior y la llegada de Matsuri.

- Es extraño que no haya adelantado su llegada de esta forma- dijo Konan- me pregunto qué harán sus padres en Mizu no Kuni... no deseo alarmarte pero yo doy especial importancia a los acontecimientos que rodean la llegada de una nueva persona, y los del día de hoy han sido muy peculiares ¿Qué hay del cáliz derramado? Eso nunca había ocurrido en Konoha no tōjō. ¡Pobre del capellán Tobirama!

Lo más extraño de todo era que Matsuri hubiese podido llegar a Konoha no tōjō con un tiempo semejante. El terreno ya era bastante accidentado, y no quiero ni pensar cómo se hubieran puesto los caminos en un octubre tan invernal. A pesar que este internado se encontraba cerca del valle, no me explicaba como el carruaje de Matsuri había atravesado los escarpados montes que nos rodeaban: a pocas personas se les ocurría emprender una travesía similar a menos que fuese en verano o la primavera, y eso no garantizaba un viaje exento de percances.

De nuevo la imagen de Matsuri regresó a mí y me estremecí: A pesar de ser una chica joven, tenía un aire de antigüedad. Lucía como si fuera de siglos anteriores y, aunque se veía tan fresca, también me había dado cuenta de que la hubiesen acabado de desempolvar, por lo que su apariencia encajaba a la perfección con el lugar.