Capítulo 27: El viaje parte 1.

555 74 47
                                    

NOTA: Se que no merezco perdón de nadie por demorar tanto en actualizar, pero la razón es que estoy tan ocupada con la universidad que no tengo tiempo para nada, estudio de lunes a sábado de 7 am a 10 pm los seis días, pero de a poco he ido adelantando el capítulo hasta terminarlo, incluso lo hice más largo para recompensarlas. Aparte que diré que intentaré actualizar UNA O DOS VECES AL MES por lo que les pido perdón de ante mano y me comprendan por favor.

Les agradezco a las personas que hayan estado leyendo los capítulos y hayan comentado. Les pido perdón por la demora en actualizar, pero como sabrán a mi no me sobra precisamente el tiempo. Pero haré lo posible de actualizarlo así sea cada una o dos veces al mes para que no pierdan el hilo de esta historia junto con la de 6 Romeos 1 Julieta (si no la conocen los invito a leerla), no merecen que se pierdan por mi poca presencia. Les pido perdón de ante mano por lo aburrido que tal vez les parezca este capitulo, recuerden que la historia es un poco lenta pero animo. De ahora en adelante Sasori Empieza a aparecer en lo que queda de historia, sé que demoró mucho y esto esta que termina pero no es tan malo, al fin nuestro pelirrojo se presenta oficialmente!

*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*

Capítulo 27: El viaje parte 1.

Kakuzu, Temari y yo iniciamos el viaje alrededor de las cuatro de la madrugada. Hacía bastante frío y, por fortuna, nos habíamos asegurado de llevar buenos abrigos y varias mantas. Las calles estaban desiertas cuando salimos de Sunagakure rumbo a las montañas, y confiaba en que nadie nos hubiese visto subir los baúles al coche. La hija de Kakuzu había quedado encargada de la casa. Si se presentaba Sasuke, le diría que yo había tenido que adelantar mi viaje a Iwagakure y que regresaría a Sunagakure en un mes.

No dejé ningún nombre o dirección de contacto: bastaría con que él y sus secuaces viajaran a Iwagakure mientras que Temari y yo realizábamos otro recorrido. Recé para que nuestro viaje fuese seguro y sin percances y, sobre todo, para que nuestros enemigos no pudiesen rastrearnos tendríamos que atravesar las montañas para llegar al campamento de los gitanos y estaríamos en una posición de gran vulnerabilidad.

Kakuzu estaba nervioso. A pesar de que el clima había mejorado bastante en la ciudad y de que la primavera estaba a punto de llegar, no sería igual en las montañas. Estaríamos a merced del clima, y esto no era algo que agradara mucho a mi cauteloso cochero.

Era un día oscuro. Aunque no parecía que fuese a llover, el cielo estaba nublado y el aire bastante húmedo. Me acurruqué en mi rincón de la parte posterior del coche y traté de dormir un poco. El ritmo con que Kakuzu guiaba a los caballos era estable, Temari estaba a cargo de mostrarnos el camino y, a pesar de los nervios que sentía, la fatiga acumulada de los días anteriores se había apoderado de mí. Lo último que vi antes de cerrar los ojos fueron las casas de Sunagakure haciéndose cada vez más pequeñas detrás de nosotros.

Soñé que estaba en Konoha no tōjō. Tenía puesto un vestido blanco que había pertenecido a mi madre en otras épocas, caía una tempestad de los mil demonios y mi ventana estaba abierta de par en par. Aunque estaba mojándome con el agua que el viento arrastraba hacia dentro del edificio, no me inmutaba: continuaba de pie frente al ventanal, con las manos apoyadas en el alfeizar y la vista clavada en el bosque.

De repente lo veía: su silueta oscura se recortaba contra la maleza. Era un jinete vestido de negro. Estaba emparamado y tenía la mirada clavada en mí. Súbitamente, un relámpago iluminaba su rostro.

- ¡Vampyr! -grité, despertando.

- ¿Qué ocurre? -preguntó Temari, aterrorizada, desde el otro extremo del coche.

Vampyr (Sasosaku adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora