Les agradezco a las personas que hayan leído los primeros capítulos y hayan comentado. les pido perdón por la relativa demora en actualizar aunque ya lo tenga un poco adelantado, pero como sabrán a mi no me sobra precisamente el tiempo. Pero haré lo posible de actualizarlo así sea cada dos o tres días para que no pierdan el hilo de esta historia, no merecen que se pierdan por mi poca parecencia. Les pido perdón de ante mano por lo aburrido que tal vez les parezca este y el próximo capitulo dado que solo será narrativo y aclaratorio, casi no tendrá trama por así decirlo.
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Capítulo 4: Enemiga mía parte 1.
El sábado desperté con un escalofrío que me recorría el cuerpo. Me había quedado dormida con la ropa puesta mientras rezaba el doceavo rosario de la noche anterior dentro de las cobijas sin retirar la mirada de la puerta. No había podido dejar de pensar en el incidente de las escaleras y al final no me había quitado el crucifijo, pues se me ocurría que debía haber sido precisamente este el que me había salvado tanto del demonio como de Matsuri.
Había llegado a la conclusión de que, al tratar de arrancármelo, el demonio se había herido, lo que explicaba la mágica desaparición de la sangre. Quizá el crucifijo había convertido la sangre infernal y se había purificado solo; o al menos eso habría dicho el libro de alquimia de Konan. Había pensado también que Matsuri quería acabar conmigo ella misma, y se había enfurecido con el demonio por quitarle su presa.
Tal vez el demonio la había tocado, haciéndola gemir de dolor. Pero a la vez de estas simples explicaciones, tres grandes incógnitas quedaban sin resolver. La primera ¿cómo era que el contacto con el demonio no me había hecho daño a mí? La segunda ¿por qué me había dejado libre el espanto cuando Matsuri se había marchado? La tercera ¿qué diablos era Matsuri? De las tres preguntas, la última era la que más me atormentaba.
Todos saben de sobra que la noche del 28 de octubre sale de los infiernos un espíritu maligno y que los muertos se pueden levantar de sus tumbas. Por lo tanto, no era de extrañarse que un espanto me hubiese salido al encuentro estando sola en semejante oscuridad, pero Matsuri no era un espanto, no señor. A ella la habíamos visto todas.
Matsuri no era una aparición momentánea y tampoco era una chica común. Había gente muy sensible a los olores, gente con un oído muy agudizado y gente que veía con especial nitidez desde muy lejos pero ¿ver perfectamente bien en la más grande oscuridad? ¿Y qué decir de la habilidad de desaparecer cosas? Además, ella había dado muestras de ser bestialmente grotesca, y también comía pajarillos ¿Quién comía pajarillos vivos por Kami-sama? ¡Nadie, nadie, nadie en el mundo! Matsuri era mala, esto lo sabía yo con todo mi ser y lo habría sabido aunque sus actos fuesen los de una persona normal. Es más ahora estaba segura de que lo había notado en el primer instante en que la vi ¿Era Matsuri humana? Lo parecía y sin embargo...
Me incorporé de la cama para abrir la cortina y me estiré. Estaba bastante adolorida. Me revisé las rodillas y descubrí que las tenía amoratadas. Vaya caída estúpida. Noté al mirar hacia la puerta que había un diminuto sobre asomándose justo por debajo del marco. Me apresuré a recogerlo y lo observé antes de abrirlo.
Estaba sellado con cera escarlata sobre la que se apreciaba un emblema especial: una cruz que consistía en una línea vertical cruzada por dos líneas horizontales, la inferior era un poco más larga que la superior en ambos extremos. En la cruz se enredaban varias flores de lis. Me daba una buena sensación. La cruz me era bastante familiar, pero era un símbolo ampliamente utilizado por la nobleza magyar y la había visto por todas las partes cuando vivía en Sunagakure.
Hacía parte del escudo, la corona y las armas reales desde tiempos remotos y mi tío Shisui me había contado que ya aparecía en las monedas en el siglo XII. Lo que me parecía extraño era verla en el sello de un sobre y no en alguna lámina o en los calados de la túnica de algún obispo ¿Quién me escribía?
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Vampyr (Sasosaku adaptación)
Fanfiction¿Qué había pasado? ¿Qué había hecho? ¿Por qué me había besado el Vampyr? !Vampyr! La palabra retumbó en mi mente como un rayo. Inmediatamente lo solté y di dos pasos hacia atrás, aterrorizada. Perdí el equilibrio y caí sobre la tierra mojada. El...