Capítulo 9: Monjes parte 2.

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Les agradezco a las personas que hayan leído los primeros capítulos y hayan comentado. Les pido perdón por la relativa demora en actualizar aunque ya lo tenga un poco adelantado, pero como sabrán a mi no me sobra precisamente el tiempo. Pero haré lo posible de actualizarlo así sea cada dos o tres días para que no pierdan el hilo de esta historia junto con la de 6 Romeos 1 Julieta (si no la conocen los invito a leerla), no merecen que se pierdan por mi poca presencia. Les pido perdón de ante mano por lo aburrido que tal vez les parezca este capitulo, recuerden que la historia es un poco lenta pero animo. Se puede decir que va a empezar a aparecer Sasori! pero de manera un poco indirecta.

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Capítulo 9: Monjes parte 2.

De repente divise el caserío a lo lejos y mire a Konan. Ambas estábamos empapadas de sudor, jadeando como si fuésemos a asfixiarnos.

- ¡Ya llegamos!- grité, sin desacelerar el paso de mi caballo.

Konan soltó una risa de victoria y espoleo su yegua para ir a mi lado.

Cuando alcanzamos el pueblo, las calles estaban llenas de gente. Al parecer, el lunes era el día del mercado y había muchas personas comprando y vendiendo pescado, leche y queso entre tantas otras cosas. Inmediatamente desmontamos y avanzamos por la calle principal del pueblo que llegaba a la iglesia. No era la primera vez que recorría esa calle. Konan y yo parábamos allí una vez al año en las vacaciones yendo de camino a casa de ella. No podía sentir ni las piernas ni los brazos. Solo un asunto tan descabellado podría haberme hecho incurrir en el acto tan extremo que había sido cabalgar a ese ritmo durante cuatro horas.

Cuando llegamos a la iglesia, no habíamos cruzado palabra porque aun estábamos tratando de recuperar el aliento. Cada habitante de la población se había detenido a mirarnos con cara de incredulidad y ya podía yo imaginar lo que para ellos representaría ver a dos mujeres emparamadas, vestidas de negro, sin abrigos, con el pelo revuelto y guiado a dos caballos sin montura.

- Voy a buscar una soga para atar los caballos- dije y le entregue mi caballo a Konan para que lo detuviera. Luego pensé que aunque lo soltara, ese caballo no iba a ir a ningún lugar.

No encontré ninguna soga en la parte trasera de la iglesia. Hallé, en cambio algo más valioso; el joven cura caminando afanado, con el rostro de quien esta atareado más allá de sus límites, absorto en sus pensamientos. Tenía unas pocas ojeras, el pelo largo y negro y se perdía en la sotana de lo delgado aunque alto que él era.

- ¡Padre!- lo llamé.

Vi las gafas saltar sobre el puente de su nariz cuando mi llamado lo sacó de su concentración. Él se quedó viéndome como a una aparición por un par de segundos.

- ¡Jovencita!- exclamó- ¡Qué susto me has dado! ¿a quién buscas y de dónde vienes?

- Lo busco a usted padre- le dije, observando la expresión de sorpresa en su semblante- y vengo de Konoha no tōjō- esperé a que hablase.

- ¿Ha ocurrido algo grave?- preguntó con gesto de preocupación.

- Sí padre. He venido cabalgando sin parar con mi amiga Konan. Ella está esperando al frente de la iglesia con nuestros caballos a que yo vuelva con una soga para los animales- él pareció evaluar con cuidado lo que yo decía.

- Ve por tu amiga- dijo- traigan sus caballos, pueden dejarlos en la pesebrera de la iglesia.

- ¡Gracias padre!- le dije.

Vampyr (Sasosaku adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora