Capítulo 23: La Boda.

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NOTA: Se que no merezco perdón de nadie por demorar tanto en actualizar, pero la razón es que estoy tan ocupada con la universidad que no tengo tiempo para nada, estudio de lunes a sábado de 7 am a 10 pm los seis días, pero de a poco he ido adelantando el capítulo hasta terminarlo, incluso lo hice más largo para recompensarlas. Aparte que diré que tendré que intentaré actualizar UNA O DOS VECES AL MES por lo que les pido perdón de ante mano y me comprendan por favor.

Les agradezco a las personas que hayan estado leyendo los capítulos y hayan comentado. Les pido perdón por la demora en actualizar, pero como sabrán a mi no me sobra precisamente el tiempo. Pero haré lo posible de actualizarlo así sea cada una o dos veces al mes para que no pierdan el hilo de esta historia junto con la de 6 Romeos 1 Julieta (si no la conocen los invito a leerla, esta siendo subida exclusivamente en Fanfiction.net (Les gustaría que la empiece a subir por acá?)), no merecen que se pierdan por mi poca presencia. Les pido perdón de ante mano por lo aburrido que tal vez les parezca este capitulo, recuerden que la historia es un poco lenta pero animo. Se puede decir que va a empezar a aparecer Sasori! de manera un poco más directa que antes, pero aun faltan unos pocos capítulos para que él haga su presentación oficial.

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Capítulo 23: La Boda.

La casa de los Sabaku era enorme y antigua, y contaba con su propia capilla, donde la ceremonia había de llevarse a cabo. En su interior había al menos una veintena de bancas alineadas frente a un altar hermosamente vestido. Los invitados se saludaban unos a otros por donde Sasuke y yo pasábamos; nunca había estado en un festejo tan concurrido.

No podía dejar de preguntarme cómo era que Kiba iba a casarse con Temari Sabaku. ¿Qué treta habrían urdido él y su madre para que los aceptaran como parientes? Debían haberse deshecho en regalos que no podían pagar, o incluso haber alquilado alguna lujosa propiedad para hacerla pasar por propia.

Mis pensamientos se vieron interrumpidos cuando Kiba Haruno desfiló por los jardines del brazo de Temari Sabaku y los invitados comenzaron a aplaudir. El primero debía tener entre treinta y treinta y cinco años de edad, mientras que la segunda era aún una jovencita.

Kiba Haruno era un poco menos alto que su hermano Sasuke y llevaba el pelo lacio peinado hacia atrás en una coleta. Amplias entradas coronaban su frente y dos cejas despobladas se arqueaban sobre los ojos negros, dándole una apariencia cínica. Su mirada, que distaba mucho de parecerse a la de Sasuke, tenía un tinte plomizo que evocaba una tormenta contenida. Kiba había heredado los labios delgados y pómulos altos de su madre. Si Kurenai hubiese sido hombre, habría sido igual a su hijo mayor.

Temari Sabaku, en cambio, era una preciosidad: tenía una cara de contornos redondeados, una nariz pequeña y una boca llena que apretaba con gesto de mortificación infantil. Sus ojos verdes y brillantes evadían las miradas curiosas de los concurrentes, ora clavándose en el suelo, ora mirando hacia el despejado cielo primaveral. Su tez de marfil contrastaba con los rizos de oro que estaban peinados en cuatro coletas. Llevaba un vestido de seda blanca ricamente brocado sobre el que se había calado un ajustado corpiño de terciopelo rojo con broches de oro y piedras semipreciosas que seguramente había estado en su familia por varias generaciones. Debía tener a duras penas unos diecisiete años de edad, y se la veía bastante asustada.

Kiba lucía temible y orgulloso, y lamenté que una criatura como Temari estuviese siendo forzada a casarse con un hombre tan abominable. Aquello era muy extraño, teniendo en cuenta las obvias diferencias que había entre ambos: la familia de ella tenía la riqueza y los títulos nobiliarios ¿Qué podía aportar Kiba a la unión? Miré a Sasuke frunciendo el ceño y le pregunté en voz baja:

Vampyr (Sasosaku adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora