Cap - 4 Cambiarías todo por ella?

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La escena estaba así: David estaba en un rincón, con un golpe en la boca botándole sangre sin parar. Sí, he sido yo. Se pasaba lentamente los dedos por el ojo izquierdo, el cual comenzaba a ponérsele morado. No, no he sido yo. Fue _________.
- ¡Eres un cerdo! -chilló ella-. ¡Desgraciado! ¡Miserable! ¡Degenerado!
- ¡Cállate! -dio unos pasos hacia ella-. Mira que lo disfrutaste bastante. Gritabas como loca.
Di unos pasos más y volví a golpearlo.
-David, eres un cabrón de los buenos -gruñí-. ¡Te acostaste con mi novia!
________ chilló de nuevo antes de propinarle otro golpe.
- ¡Maldito miserable! -gritó ella.
Bien hecho, nena.
-Si tu estúpida novia vuelve a golpearme no respondo, Luis.
Mi rostro se descompuso por la ira. ________ le dio una cachetada que incluso a mí pudo haberme dolido.
- ¡Con un demonio, Luis! -gritó mi gemelo-. Ponla quieta.
Me crucé de brazos.
-No y mil veces no. Te lo ganaste, David. ¿Cómo mierda pudiste acostarte con mi novia?
David sonrió burlón.
-Que tu novia no se queje. Lo disfrutó bastante.
- ¡Porque se suponía que me estaba acostando con Luis, no contigo!
-En vez de estar gritándome, muñeca, deberías estar pensando en hacerte una prueba de paternidad en cuanto se pueda.
El rostro de ________ palideció.
-Mi hijo podría... -_________ se cubrió la boca mientras me observaba-. Mi hijo podría ser de David. -Oh, ahora sí te mato David -grité antes de abalanzarme sobre él para golpearlo nuevamente.
Lo golpeé varias veces en el abdomen, una vez más en el rostro y nuevamente en el abdomen.
- ¡Luis! -gritó ________.
Al escuchar su voz me detuve. Cuando miré hacia donde ella debía estar, noté que salía corriendo hacia la puerta de salida. Corrí hacia ella y la detuve del brazo. Forcejeó conmigo pero no dejé que se marchara.
- ¿A dónde vas?
Las lágrimas comenzaron a salir de sus hermosos ojos.
-Necesito pensar las cosas, Luis -gimoteó-. Nunca quise hacerte esto. Yo...
-Sh, nena. Lo sé.
Volvió a forcejear. Esta vez la solté.
- ¿Te vas? -traté de acercarme, pero ella se alejó-. No, ________. No me dejes.
-Necesito espacio, por favor. No...no es fácil.
Di dos pasos hacia atrás.
-Al menos llámame, ¿sí? Cuando estés más tranquila. Sigo queriéndome casar contigo.
Ella sonrió. Una sonrisa triste, pero sonrisa al fin y al cabo. Luego se marchó. Frustrado y molesto cerré la puerta. David soltó una risilla mientras se limpiaba la sangre que salía de su boca.
-Ha costado más golpes de lo que pensé, pero ha valido la pena.
Lo fulminé con la mirada.
- ¿Qué quieres decir?
-Que yo no me acosté con ________, Luis. Sólo lo dije para que se largara.
Solté una maldición.
- ¿Pero qué jodida mierda pasa por tu mente, Daivd?
-Yo te lo dije: ________ no me agrada. No quiero que sea mi puta cuñada. No quiero tener que verla en las reuniones familiares -me lanzó una fría mirada-. Tú y yo éramos inseparables. Nos hicimos los mismos tatuajes, nos vestíamos similares, andábamos por ahí buscando diversión y chicas bonitas con las que pasar el rato. ¡Ah! Pero te encaprichaste con una de tus bailarinas ¿Y yo qué?
Ah, así que de ahí venia todo. David estaba celoso... ¡De _________! Celoso porque ya no hacia las mismas cosas.
Agité la cabeza, desilusionado.
-Eres un hijo de puta, David. Lo que hiciste...Tratar de separarme de mi chica, hermano, es algo que no voy a permitirte.
Tomé las maletas y me marché allí con prisa. Vaya hermano el que tengo.
Mientras conducía hacia la casa del padre de _________, las palabras de David me venían a la cabeza.
«Yo te lo dije: ________ no me agrada»
Bueno, eso lo supe desde un principio.
«No quiero que sea mi puta cuñada. »
Eso es imposible, David.
«No quiero tener que verla en las reuniones familiares»
Eso es mucho más difícil, porque a mamá, a papá y a mis otros dos hermanos le cae de maravilla mi novia.
«Tú y yo éramos inseparables »
El cosquilleo de la culpa me reverberó el estómago. Estacioné el auto a un lado de la carretera y marqué a prisa un número.
- ¿Qué quieres, Luis? -respondió mi gemelo.
-Tú y yo seguimos siendo inseparables, David ¿En qué mierda estás pensando?
Mi hermano soltó un bufido.
-Claro que no. Desde que empezaste a salir con tu novia, tú y yo nos distanciamos medio mundo. Ya me pesa y aburre acompañarte a las giras, porque ________ siempre está ahí.
Suspiré.
- ¿No puedes entender que estoy enamorado?
-Puedo, pero no quiero. Esa mujer cambió a mi hermano.
-Pero es que lo he decidido yo, David. Trata de entenderme. Quiero ser bueno para ella.
-Es que ya eres bueno, Luis. Ella quiere que seas alguien que no eres. Está logrando que te avergüences de ser quien eres.
-David, por favor...
-No, Luis. Tienes que escucharme. ________ te quiere tranquilo, responsable, calmado. Los dos sabemos que no eres así. Te gustan las bromas, salir, eres inquieto... ¿Por qué tienes que cambiar por alguien más?
-Porque la amo, porque va a tener un hijo mío, porque la necesito, porque no quiero perderla. Tampoco quiero perder a mi hermano. No me pongas a escoger, por favor. No podría.
David suspiró, rendido.
- ¿Cambiarías todo por ella?
-Sí.
Se quedó en silencio por un minuto entero.
- ¿Incluso a mí?
-No.
Sé que David estaba sonriendo, pero no iba a admitirlo.
-Pero si te pido que la dejes no lo harías, ¿verdad?
-No.
-Lo supuse.
Suspiré.
- ¿Qué te parece si la semana que viene vamos a hacernos un nuevo tatuaje? -Mm, ¿seguro?
-Claro, Coronel.
Sé que sonríes, David. Lo haces, mierda, y no puedo evitar sentirme más tranquilo.
-Está bien.
Sonreí.
-Tengo que colgar. Voy a buscar a _________.
-Oye, em... -suspiró-. Trataré de llevarme bien con tu novia, pero no prometo nada. Aunque dudo que quiera hablar conmigo después de lo que dije.
-No te preocupes, _______ no se molestará. ///
- ¡No! -gritó ________ en plena sala luego de haberle contado los planes de David.
Uf, nena. Tranquila.
-Dijo que iba a intentarlo, ________. Tratará de llevarse mejor contigo.
-Espero que entiendas que después de lo que dijo hoy no tengo ganas de saber de ese cabr...
-Este, espera, sigue siendo mi hermano -me removí inquieto-. Ay, por favor. ________, nena. David dijo que iba a intentarlo. ¿Sabes lo difícil que es convencerlo?
- ¡Pero el hijo de puta me hizo creer que me acosté con él! -murmuró entre dientes, para que sus padres no la escucharan-. Es un cabrón, punto.
Oh, mierda. Estaba molesta. Muy, muy molesta.
-Tienes razón, ________, pero sigue siendo mi hermano. Por un lado está mi gemelo y por el otro mi novia, quien espera un hijo mío.
Me golpeó en el brazo. Au.
-Si papá se entera va a matarte -se pasó la mano por el pelo-. Hablemos en mi habitación.
Ella caminó hacia las escaleras y yo la seguí. Ninguno de los dos habló hasta que estuvimos en esa habitación, encerrados bajo llave. Vi la cama perfectamente tendida. Mm, hagamos algo al respecto, _________.
-A ver, escucha -se cruzó de brazos-. Sé que David es tu hermano y tienen una relación especial y bla bla bla, pero lo que hizo hoy es asqueroso.
-Lo sé, pero...
-Además, desde que nos conocimos, se pasa fastidiándome la vida ¿Pues quien se cree?
_________ apretó los brazos contra el pecho, levantándose los senos. Oh, nena....
-David tiene un maldito carácter que no puedo soportarlo, pues.
Aflojó la presión de los brazos y sus magníficos pechos rebotaron por un momento. Uh, era imposible no mirarlos.
- ¿Me estás haciendo caso, caray? -________me golpeó el brazo-. Te estoy hablando, Luis. Al menos finge que me estás haciendo cas...
La callé con un beso intenso, de esos que la dejaban sin pensar. ________ se aferró a mí con fuerza, aunque protestaba con palabras que eran silenciadas por mis besos.
La callé con un beso intenso, de esos que la dejaban sin pensar. ________ se aferró a mí con fuerza, aunque protestaba con palabras que eran silenciadas por mis besos. Recorrí su cintura hasta encontrar el dobladillo de su camisa. Comencé a subirla lentamente. ________ jadeó.
-Aquí no podemos, Luis -se apartó un poco para poder quitarle la camisa-. Mis padres, no, están...
Masajeé sus pechos suavemente por encima del sujetador.
- ¿Y por qué no me has detenido? -le sonreí mientras abría el botón de su pantalón-. No has puesto resistencia.
Su mano temblorosa intentó detenerme, pero enseguida se detuvo. Cerró los ojos para recibir el placer que le daba mis caricias en sus pechos mientras besaba su vientre. Un cosquilleo de felicidad tocó cada una de mis fibras sensibles. Dentro de su vientre había algo mío, algo que crecía y crecía con el tiempo. Mi hijo.
-Espera -murmuró ella.
Quitó el botón del pantalón y bajó la bragueta. Deslizó el pantalón por sus piernas. Uh, que vista. Una _________ en bragas y sujetador. Nada más. Le sonreí lascivo. Estiró los brazos hacia mí y me ayudó a desvestirme. Tiroteé de sus bragas y las deslicé por debajo de sus pies. La tomé de la cintura y fuimos lentamente hacia la cama. _________ colocó sus brazos alrededor de mi cuello mientras la besaba lentamente en el cuello.
- ¿Es sólo sexo para ti? -preguntó con su boca a escasos centímetros de la mía.
Sonreí contra su boca.
-No, nena, pero eso ya lo sabes -tanteé mis manos hasta soltarle el sujetador-. Por algún motivo llevas algo en el vientre.
Vi como sonreía. La devoré con un solo beso.
-Hemos peleado mucho, nena -abrí sus piernas con la rodilla-. No hemos celebrado la reconciliación -rosé mis caderas contra las suyas-, tampoco que estamos a punto de terminar una gira de año y medio-presioné contra su entrada-ni que vamos a tener un hijo.
Me introduje en ella con un solo embiste. Echó la cabeza hacia atrás y sus labios formaron una perfecta "o". La besé para callar sus gritos mientras ambos nos movíamos a un ritmo frenético. Si, nena...
-Oh, mierda -gemí-. Como he extrañado esto, nena. Te amo. Nunca me cansaré de ti.
Acaricié su espalda desnuda. ________ suspiró mientras me acurrucaba más junto a mí.
-Deberíamos vestirnos antes de que venga papá.
A regañadientes la solté y ambos nos levantamos para vestirnos. Mientras ella volvía a ponerse el sujetador, me miró sonriente.
- ¿Sabes que papá aun piensa que soy virgen?
Le sonreí burlón.
-Vaya, que ternura. Es increíble que, sabiendo que vives conmigo, piense que no te he tocado.
-Confía en mí -sonrió con orgullo-. Bueno, la verdad es que se la pasa borracho. Tampoco es que se le dé muy bien lo de pensar con sobriedad.
Se puso de nuevo la camisa. En un parpadeo ya estaba vestida. Oh, que terrible. Yo aún estaba desnudo.
- ¿Qué esperas para vestirte? -A que me ayudes.
Ella enarcó una ceja mientras se cruzaba de brazos.
-Vístete tú solito.
-No seas así, nena. Yo te ayudé a desvestirte. Ayúdame a vestirme, venga.
Puso los ojos en blanco. Se dio la vuelta, sacó su maleta y la lanzó sobre la cama.
-Mientras te vistes, voy a guardar mis cosas -me sonrió burlona-. ¿O es que no viniste a buscarme?
Comencé a vestirme.
-Por supuesto, nena -tomé la camisa-. Aunque me temo que esta noche tendremos que dormir en un hotel. Mañana busco un departamento para nosotros. ¿O prefieres una casa?
-Lo que escojas está bien.
Oh, nena. Nunca me pides nada...
-Una casa. La idea de una casa suena mucho mejor -me coloqué los supras-. No, ya se: busquemos un departamento, donde viviremos mientras termine la gira. Cuando nos casemos conseguimos una casa.
-Deja de malgastar el dinero, Luis. Vamos a pasar solo dos semanas aquí. Luego empezaremos a planear la boda. Escojamos un solo lugar.
-Liam conoce departamentos bonitos. Luego la casa la escogemos entre los dos, ¿sí?
Puso los ojos en blanco.
-Me encanta cuando tomas en cuenta mi opinión.
-Gano dinero como un maldito loco. Que gaste un poco no es nada.
-"Que gaste un poco no es nada" -musitó burlona-. Hoy un hotel, mañana un departamento y en dos semanas una casa. Eso es mucho dinero. Guárdalo para el bebé.
Sonreí.

Mi Gemelo [ Luis Coronel ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora