Cap - 5 Tengo un plan

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—Oh, ya me muero por decorarlo —me acerqué y la abracé por la cintura—. Su cuarto estará junto al nuestro. Lo vamos a pintar los dos juntos. Vamos a comprar las cosas que te gusten para ponerla en la habitación.
_________ sonrió.
—Me gustaría que se llame Andres ¿Te gusta?
— ¿Andres Coronel? —le di un beso en el cuello—. Sí, me gusta.
— ¿Y si es niña?
—_________.
— ¡No! No quiero que se llame como yo.
— ¿Phoebe?
—Mm, no.
— ¿Natasha?
—No.
— ¿Alexis?
Silencio.
— ¿ Alexis Coronel? —ella soltó un gritito—. Sí, ese ¡Ese me gusta!
Ambos soltamos una risilla.
—Te prometo que no voy a dejar que David nos separe, cariño. Voy a transformarme en el hombre que quieres que sea. Ya no volverás a avergonzarte de mí
________ se estremeció. Quizá David tenía razón. Estaba dejando de ser quien era, pero por ________ podía serlo. Quería hacerlo, porque ella se merece algo mejor que yo y sin embargo seguía conmigo. Mi vida no sería vida sin ella.—Estas dos semanas pasaron volando —dijo ________.
Le sonreí mientras me secaba el sudor de la frente. Acababa de bajar del escenario. Hoy había dado el último concierto. Por fin ________ y yo podríamos planear la boda.
—Por cierto: gracias por pedirme el helado —se echó una cucharada de helado de vainilla a la boca—. Tenía el antojo.
—De nada, nena —le di un pequeño beso. Um, vainilla—. Sabes que me gusta verte comer.
Soltó una risilla.
— ¿Cuándo le vamos a decir a tus padres y a los míos que vamos a casarnos?
—Había pensado preparar una cena mañana, ¿te parece? —hice una mueca—. Pensaba avisarle a David.
Puso los ojos en blanco.
—Bien —dijo.
— ¿Sigues enojada por lo del tatuaje?
—No, Luis. Es solo que no entiendo por qué tienen que hacerse el mismo tatuaje y en el mismo lugar.
—Nos acostumbramos a eso, ________. Es como algo especial que hacemos. David estaba muy emocionado con la idea de que nos hiciéramos otro tatuaje. Juntos.
________ sonrió.
—Ya, está bien. No tienes que explicármelo. Es cosa de "super-gemelos".
Sonreí.
—Sí, algo así.
—Entonces todo va bien, ¿eh? —suspiró—. Al menos entre ustedes.
—Vamos a darle tiempo, ¿sí? Ya verás que cuando menos te lo esperes le gustará llamarte cuñada.
—No estoy muy se...
Alguien tocó la puerta.
—Pase —dije.
Un hombre vestido de negro abrió la puerta. — ¿Usted es Luis Coronel?
Me eché a reír. La pregunta era bastante estúpida: frente a la puerta había un cartel con mi nombre.
—Sí, soy yo.
Extendió un sobre blanco hacia mí.
—Me pidieron que le entregara esto.
Lanzó el sobre y se echó a correr. Le grité pero no regresó. Me agaché y tomé el sobre.
— ¿Qué es? —preguntó ________.
Me encogí de hombros. Abrí el sobre. Eran unas fotos.
Maldita. Sea.
Era _______. Desnuda. En la cama. Con otro hombre.Las fotos me dejaron en estado de shock. Era el rostro de ________. Era su cuerpo. Lo conocía mejor que nadie. Incluso mejor que ella. Estaba sentada frente a mí, haciendo una mueca mientras esperaba a que le contara.
— ¿Qué pasa? —preguntó.
La miré con furia.
— ¿Esto qué carajo es? —le lancé las fotos—. Y estoy esperando una buena explicación, _______ ¡Una muy buena!
Ella frunció el ceño, molesta. Tomó las fotos del suelo y las observó. Comenzó a ponerse pálida.
—esto...esto no es...no es lo que crees, Luis.
— ¿Ah, no? ¿Entonces gritas porque, qué, no querías que te tocara.
— ¡Son falsas, Coronel! —las lanzó al suelo—. Me estás ofendi...
— ¿Ofendiendo? —bufé— ¡Estas en la cama con otro! ¿Y soy to quien te ofende?
—Son falsas, con un carajo.
Me quedé en una pieza. Oh, vaya. ________ jamás decía groserías.
—A mi parecer se ven bastante reales, ca-ri-ño.
______ soltó una maldición.
— ¿De verdad crees que me revolqué con otro, pedazo de imbécil? —tomó una foto del suelo—. ¿Tu estúpida mente cree en esto?
—Mi estúpida mente intenta entender de donde salieron esas fotos.
—Son falsas, mierda ¡Falsas! — ¿Y cómo mierda me aseguro de eso?
________ gimoteó de frustración. Me puso la foto casi frente a mis narices.
—Mírame los pechos.
Le sonreí burlón. —Esa técnica de distracción no va a funcionar en este momento.
________ me golpeó con fuerza.
—En la foto, idiota. Mírame los pechos en la foto —observé la foto—. Mi tatuaje no está.
Oh...Era cierto. Cuando _______ y yo cumplimos el primer año de noviazgo, ella había decidido tatuarse mi nombre debajo de su seno izquierdo. Y, bueno, en la foto no estaba dicho tatuaje. Pero aun así...
— ¿Y cómo sé que no son de antes del tatuaje?
Ella puso los ojos en blanco.
— ¿Cuándo yo he sido castaña, Coronel?
La chica de la foto era castaña. ________ tenía el cabello negro. Bien, he sido un idiota.
— ¿Y tú como sabes tanto de montajes?
Soltó un bufido.
—Mi hermano estudió diseño gráfico. Me enseñó algunas cosas.
Hice una mueca. Eso de 'disculparme' a veces no se me daba muy bien.—Este... —me rasqué la barbilla—. Nena, perdona. Yo...No sé qué me pasó. Me salí de control.
_______ agitó los hombros.
—Lo único que me dolió del reclamo fue...Ah, claro ¡Todo!
Le sonreí arrepentido.
—Sí, lo sé. Estaba...Bueno, no sé manejar los celos. Eso ya lo sabes.
— ¿Pero dudar de mí? Te lo he dado todo, Luis. Hasta mi cuerpo.
Oh, nena...
—Perdóname —me acerqué y la abracé—. Es que la sola idea de que encuentres a alguien más...
La voz se me quebró. Perderla sería demasiado. La carrera, las giras, los conciertos...Nada tendría sentido sin ella...y sin mi hijo. _________ correspondió al abrazo y me permití respirar tranquilo.
—Te amo, Luis. Por favor: no vuelvas a dudar de mí.
—Lo prometo, nena ¿Pero quién pudo hacer ese fotomontaje?
Los dos nos quedamos en silencio.
- David —dijimos al mismo tiempo.
_________ se separó y vi en sus ojos un brillo singular. Uh. Estaba planeando algo...
— ¿Crees que fue David, cierto? —dijo ella—. Si fue capaz de inventar que nos habíamos acostado, pudo hacer esto...
—Este, sí. Creo.
—David quiere que peleemos y terminemos. Quiere que ya no seamos pareja...Aun cuando sabe que estoy embarazada.
Esbozó una sonrisilla que me erizó la piel. Oh, mierda. ________ era la mujer más dulce, pero un peligro cuando planeaba bromas.
—Tengo un plan, Coronel —me guiñó un ojo—, y para eso necesito que regrese ese Luis pervertido y coqueto que conocí por primera vez.________ me empujó hacia la puerta. La miré haciendo un puchero.
—No quiero, ________.
Sonrió burlona.
—Sí, si quieres.
—Estoy bastante seguro de no querer.
—Vamos, Luis. Ya hablamos de esto. Es necesario.
Hice una mueca, no muy convencido.
—No lo sé, _________ ¿Y si nos descubre?
—No lo hará —me dio un pequeño beso—. Ahora abre esa puerta y actúa como un hijo de puta.
Suspiré. Destensé los hombros y abrí la puerta de golpe.
— ¡Entra y busca la maldita pulsera! —grité al entrar.
________ me pasó por el lado, empujándome. Au, mierda.
—Espero que esté aquí, Coronel, porque no quiero saber nada de ti —chilló. Eres un imbécil.
Observé a David viendo televisión, sentado en el sillón blanco. — ¿Qué sucede? —preguntó, intentando ocultar una sonrisa.
Ah, aquí vamos...
—_______ está insoportable, maldita sea. Perdió una pulsera que le regaló su padre a los quince y cree que yo la perdí.
— ¿Y por eso pelean?
—No ¿Sabías que _______ se estaba revolcando con otro mientras estábamos juntos?
David fingió sorprenderse. — ¿Es enserio?
—Sí. Todo lo que he hecho por ________ ¡Y mira como me paga!
— ¡Luis! —gritó ________ desde la habitación.
_________ salió de la habitación fingiendo estar molesta mientras sostenía un sujetador de satén rojo en la mano que le he quitado en un sinfín de ocasiones...
— ¡Esto no es mío! —gritó—. ¿Metiste a una cualquiera a nuestra cama, Coronel?
Vi de reojo como David se interesaba disimuladamente en el teatro.
— ¿Me vas a reclamar? ¡Que no se te olvide las fotos con el tipejo!
_______ me lanzó el sujetador.
— ¡Te dije que son falsas, Luis! — ¡Y yo te dije que no te creo! —la tomé del brazo—. Espero que hayas encontrado la pulsera.
La halé hacia la puerta.
—Eres un patán, Luis —forcejeó pero ya se encontraba al otro lado de la puerta—. ¿Qué hay de tu hijo?
—Hablaremos cuando nazca, nena. Sinceramente dudo que sea mío.
Cuando traté de cerrar la puerta, la miré. Era una maldita escena, algo falso, pero haberle dicho aquellas cosas eran demasiado. Quería abrazarla y disculparme, incluso sabiendo que era actuación. Ella murmuró algo que o escuché, pero pude leerle los labios "Tranquilo, te amo"Quería abrazarla y disculparme, incluso sabiendo que era actuación. Ella murmuró algo que o escuché, pero pude leerle los labios "Tranquilo, te amo". Cerré la puerta de golpe, sintiéndome como un maldito estúpido.
—Este... ¿Todo bien?
Quise gritarle que no, que esto era culpa suya. Quizá ________ tenía razón: Adam no iba a descansar hasta vernos separado, pero aunque sea mi hermano gemelo no podía permitir que lo hiciera. _________ era mi vida entera y estaba esperando un hijo mío.
—En un resumen: _________ y yo terminamos —me giré hacia él. Le sonreí lo más que pude—. Esta noche vamos a celebrar.
David enarcó una ceja.
— ¿Celebrar qué?
—Que Luis Coronel volvió a la soltería.
David sonrió y soltó un silbido.
—En ese caso ya sé que debemos hacer.
-
—No, esto no.
Miré a _________. Llevaba un bonito vestido morado y tacones negros. Estábamos en un club nudista. En una parte del escenario estaban las mujeres en ropa interior. En la otra los hombres en bóxer. —Venga, Luis, Es parte del plan.
— ¡Pero no quiero serte infiel! —tomé su cara entre mis manos y la besé—. Mejor vamos a una cama y desahoguémonos a gusto.
—Más tarde, te lo prometo. Por ahora ve con tu hermano y manosea a otra mujer.
Enarqué la ceja.
—Sólo quiero manosearte a ti. Entre tanto, ¿qué harás tú?
—Estaré por ahí vigilando el momento perfecto para aparecer.
—O sea: estarás viendo a todos esos idiotas mientras se quitan la ropa.
_________ soltó una carcajada.
—No manosearé, lo prometo. Tú sí —entrecerró los ojos—, pero nada de ir a una habitación en privado. Si la vas a manosear, que sea en el sitio donde vas a estar sentado.
—Yo podría manosearte a ti, se me haría mucho más sexy.
—Nos metemos mano en la noche, ¿sí? —abrió los ojos como plato—. Ahí viene David —me besó—. Compórtate como un cerdo pervertido.
—Eso es sencillo —dije, pero ella ya se había marchado.
— ¿Qué es sencillo?
Miré a mi gemelo. Tenía en la mano dos vacos de vodka. Tomé uno.
—Es sencillo, eh, estar aquí. Ya sabes: sin mujeres que te estén presionando para que cambies y esas cosas.
—Sí, me imagino. Pero yo te advertí que _________ no era para ti. Aunque déjame decirte que no pensé que fuera una zorra...
Estúpido. Idiota.—Eh, sí. Cambiemos de tema, ¿quieres? —le sonreí antes de darle un trago al vodka—. Hay un espectáculo de chicas nudistas que no quiero perderme.
La rubia bailaba sobre mi mesa. Era guapa, sí, pero la verdad no me daban ganas de meterle mano. De vez en cuando buscaba a ________ con la mirada, pero no la encontraba. —Venga, Luis —gritó mi gemelo por encima de la música—. No pareces muy animado.
—Bebí demasiado, pues. Me duele la cabeza.
—No me digas que ya te quieres ir.
Una pelirroja vino hacia donde él. Se rosó contra él. Dios, que pu...
—No se me antoja irme ahora, hermano —agarró las caderas de la chica—. Ahora es que la cosa se está poniendo buena.
Pensé con desagrado en las palabras de _________. «Manosea a otra mujer»
«Estaré por ahí vigilando el momento perfecto para aparecer»
Tenía el presentimiento que no iba a aparecer hasta que manoseara a otra mujer. Maldita sea.
—Hay sacrificios que tienen que hacerse —murmuré para mí.
Atraje a la rubia hacia mí y se sentó sombre mis piernas. Me sonreía. Me parecía repulsivo, pero logré actuar como si me resultara seductor. Le sonreí en respuesta mientras ella pasaba sus manos por mi pecho. Mierda, _______ aparece.
—Pídeme lo que quieras, guapo. Estoy para complacer.
Tomó mis manos para ponerlas sobre sus pechos. Aparenté estar excitado. Mierda, ________. Me vas a deber varios orgasmos por esto.
— ¿Luis?
Ah, al fin.
—Oh, ya veo que de verdad me amabas.
Separé a la rubia de golpe, aliviado. Me puse en pie y la miré, fingiendo estar enojado. Uf, nunca me había alegrado tanto verla.
— ¿Qué te importa, ________? Tú y to terminamos.
— ¡Pero estoy esperando un hijo tuyo!
— ¿Y cómo sé yo que es mío?
Abrió la boca y en menos de un segundo a otro me dio una bofetada. Mierda, duele.
—Ah, mierda. Esta si no te la perdono, _________.
La tomé fuerte del brazo y la llevé aparte, a un lugar silencioso. Cuando nos vimos solos, _________ acarició con sus dedos la mejilla donde me había abofeteado. Hizo un puchero.
—Perdón, cariño. Se me pasó la mano.
—El golpe dolió, ________ ¿Qué mierda...?
Me besó.
—El plan ha funcionado. Vi a David: estaba feliz de vernos pelear. — ¿Qué vamos a conseguir haciendo esto?

Mi Gemelo [ Luis Coronel ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora