-¡Vamos ,Potter, date prisa!. -gruñia y resoplaba Draco Malfoy una y otra vez mientras daba vueltas por la habitación del hotel-. Se supone que eres mi auror, Potter, ¿que le pareceria a tu jefe si le llegara una critica negativa sobre su auror estrella?.
-Ya estoy, ya estoy, no seas tan impaciente -Harry se colocó su túnica negra de auror sobre su camiseta azul y sus jeans oscuros , se apoyó en el marco y le dedicó a su protegido una de sus famosas sonrisas burlonas- aún nos sobra muchísimo tiempo , Malfoy.
-Draco le fulminó con la mirada y se encaminó a la puerta-. No me gusta llegar tarde, y aún menos si es por culpa de un arrogante, egocéntrico y prepotente auror de tres al cuarto.- salió de la habitación con paso firme y decidido-. ¡Vamos, vas a conseguir que me despidan!.
-Harry salió de la habitación y se colocó la varita en el bolsillo trasero de sus jeans-. Por cierto, -dijo Harry cuando acababan de realizar la aparición conjunta frente al departamento de Finanzas donde trabajaba Draco- ¿de que se supone que tengo que protegerte?.
-El rubio respiró hondo, armándose de paciencia para no lanzarle un montón de improperios indignos de alguien de su clase al moreno que lo sacaba de quicio-. ¿Es que en tu departamento van tan mal de presupuesto que no informan a sus empleados de la tarea que deben realizar? -se giró hacia Harry y continuó-. Soy un hombre de prestigio, Potter, muchos magos chiflados darían a sus madres por agredirme. Tu deber, para mi desgracia , como auror encargado de protegerme, es vigilar a mi alrededor, y en caso de peligro, actuar. Estarás conmigo durante la reunión, en silencio, haciendo tu trabajo. No interactuarás de ningún modo en ella.
-Ambos entraron al departamento y se dirigieron a la sala donde tendría lugar la reunión, y donde ya les esperaban dos hombres de imponente aspecto vestidos con las túnicas elegantes de mago que exigía la ocasión; uno de ellos era rubio, estatura media y no debía de tener mucha menos edad que el auror; el otro,mas corpulento y moreno, había alcanzado la madurez hacia bastante tiempo.- Draco se sentó en una silla frente a ellos y Harry se quedó en una esquina, con aire despreocupado-.
-Buenos dias, soy Draco Malfoy, director del departamento de Finanzas.-les dio sendos apretones de manos a cada uno y se volvió a sentar, con la espalda recta-. Tengo entendido que ustedes han venido para que les financie un proyecto.
-Así es, señor Malfoy, soy Collin Creevey...
-Draco arrugó la nariz al escuchar el nombre del mago, ya que recordaba que el rubió fue , en segundo curso, otro de los muchos admiradores de Potter, aquel niño que sin hacer nada conscientemente se había ganado la aprobación de todos-.
-...y este es mi compañero, el señor Louis Clarence, del departamento de Uso Indebido De La Magia. Estamos aqui porque hemos detectado un aviso de buzones en el mundo no mágico que hacen desaparecer cartas y están causando bastantes molestias, creemos que pueden estar bajo el hechizo de ampliación Capacious Extremis y requerimos la finaciación para organizar una expedición de cuatro de mis hombres -miró a su compañero, que a su vez asintió y continuó- para erradicar el problema.
-¿De cuanto estariamos hablando?.- atajó Draco, un poco molesto por la presencia de aquel mago que no era muy de su agrado-.
-De unos mil galeones -contestó Louis, en lugar de su compañero. Draco levantó la vista para comprobar que estaba haciendo el auror y se sorprendió al ver que este tenia la varita en la mano y susurraba cosas; al rubio se le tensaron todos los músculos del cuerpo al ver que su protector se había puesto alerta-.