CAPÍTULO 5

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-Harry salió disparado tras su rubio y se plantaron frente a los padres de Draco-

-Bueno, nosotros nos vamos , volveremos para la cena

-Draco dio dos besos a sus padres y se encaminó hacia la puerta, Harry le estrechó la mano a Lucius, quien casi se la rompe y abrazó a Narcissa, quien le sonrió y le dio un beso en la mejilla y le susurró-.

-Cuídalo Potter, por favor.

-el moreno salió de la mansión a paso ligero,cerró los ojos y sacó un cigarrillo, apoyandose en la pared-.

-¿Fumas, Potter?.

-la voz del hurón lo sacó de su estado de relajación obligándolo a mirarlo a los ojos-.

- Sólo en algunas ocasiones, ¿por qué? ¿te molesta?.

-el rubio se acercó peligrosamente al oji-esmeralda y le quitó el cigarrillo de la boca-.

-Te odio, Malfoy.

-No puedes odiarme, voy a conseguir que dejes de fumar, Potty. No es bueno para tu salud.

-tiró el cigarrillo y cogió al auror de la mano para aparecerse en el hotel, donde nada más tocar el suelo de la habitación le empujó a la cama y le sujetó las muñecas contra el colchón; el auror se sonrojó y encaró su mirada-.

-M-Malfoy, a-aparta.

-intentó soltarse pero Draco ejerció mas fuerza y sonrió de lado-.

-¿Prometes que dejarás de fumar? Por favor, Cara rajada.

-Harry asintió sin apartar los ojos de la vista de Draco, intentando que viera reflejado en sus ojos todo lo que le quería, todo lo que siempre había sentido por él, todo lo que le enamoraba y le hacia sentir con tan solo sonreírle de aquella maldita forma; éste pareció verlo, porque soltó sus muñecas y para sorpresa del moreno le abrazó y ocultó la cara en su cuello-.

-Te quiero, Potter; te quiero demasiado.

-Y yo a ti Dragón, y yo a ti.

-acarició el cabello del rubio sensual que estaba tumbado sobre él, sintiéndose afortunado por saber que era suyo, y siempre lo seria. Se durmieron profundamente así, abrazados y acompasando el ritmo de sus corazones diferentes e iguales al mismo tiempo. El primero en despertar fue Draco, muchas horas después.-

-Buenos días amor.

-fue dando besos por el cuello del auror, quien abrió los ojos lentamente para acostumbrarse a la luz y sonrió-.

-Hmm..¿que hora es?

-se frotó un ojo en un gesto que derritió a Draco por dentro y luego rió, sintiéndose idiota por haberse quedado dormido con las caricias del rubio; éste miró su reloj y miró a su medio dormido compañero-.

-Las nueve y media, llegamos tarde a la cena en casa de mis padres.

-se levantaron y Harry intentó peinarse, no con muy buen resultado. Draco se echó su perfume y le dio un beso en la mejilla, entrelazaron sus dedos y se aparecieron de nuevo en el salón de los Malfoy-.

-Buenas noches, señor y señora Malfoy.

-Harry besó la mano de su ahora suegra y estrechó firmemente la de Lucius sin mostrar ninguna inseguridad-.

-Bueno, ahora que ya estamos todos ya podemos cenar; Draco, querido, acompáñame a la cocina.

-Narcissa se fue a la cocina con su hijo y Lucius se sentó en la mesa, con Harry-.

-Señor yo...

-carraspeó el mas jóven-.

-...quiero que usted sepa que mis intenciones con su hijo son de lo mas honorables y lo único que pretendo que él entienda es que voy a darle todo mi amor y, bueno, voy a hacerle lo más feliz que pueda.

-El auror bajó la mirada hacia su plato, esperando obtener de su suegro una maldición-

-Bienvenido a la familia.

No Puedes Odiarme... (Drarry)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora