CAPÍTULO 3

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-Recorrieron con paso firme y decidido el camino hasta la entrada, traspasaron las puertas y se detuvieron en el momento en el que Lucius Malfoy, intimidante, se plantaba frente a ellos y murmuraba-.

Potter... -fijó la vista en Draco, quien encaró descaradamente su mirada demostrando que no se iba a amedrentar, y Harry entendió que era una conversación no verbal a la que él no estaba invitado, de modo que clavó la vista en el suelo hasta que escuchó que Draco pronunciaba no su apellido como hacia normalmente, sinó su nombre-.

-Harry está aqui porque me ha sido asignado como auror, y como tal, debe acompañarme a todas partes para que ningún chiflado me ataque.

-Draco llevó una mano a la espalda de Harry, para después deslizarla por su brazo hasta su mano y entrelazar los dedos; el moreno se tensó visiblemente y sintió como una gota de sudor frio recorría su espalda de arriba a abajo, reprimió un jadeo y miró a Draco a los ojos para descubrir una sonrisa burlona y éste supo de inmediato que esta era su venganza por lo ocurrido en la reunión, y sospechaba que no iba a acabar así. Narcissa Malfoy caminó tranquilamente hacia ellos y sonrió notablemente al ver las manos entrelazadas de los chicos-.

-Quien iba a decirlo, nuestro pequeño Draco con Harry Potter, pasad, queridos, sentados con nosotros -se sentaron en unas sillas claramente no fabricadas para estar cómodos en un ambiente que amenazaba con crear descargas eléctricas-.

-Bueno -comentó finalmente Narcissa, en vista de que nadie iba a abrir la boca-. Y ¿Cómo surgió el amor? Draco no nos había comentado nada de este romance.

-Pues..todo comenzó en el colegio. La verdad es que Draco me había gustado desde siempre, pero nunca ma habían​ atrevido a decírselo - Harry apretó suavemente la mano del oji-plata, quien a su vez sonrió-. Después de lo que pasó en el último año empezamos a trabajar en el Ministerio, ahí fue cuando en mitad de una discusión en los pasillos, no pude contenerlo más y le confesé mi amor, para descubrir que era correspondido; y aqui estamos, conociendo a la familia. -bajó la mirada y sonrió-.

-Si no os importa, Harry y yo tenemos que recoger un par de cosas de mi cuarto -habló esta vez el Malfoy menor, y dicho esto ambos subieron sin soltarse la mano hasta que desaparecieron de la vista de sus padres, hacia la habitación de Draco, quien después de cerrar la puerta, rió con ganas-. Buena actuación, Potter, no te creia tan capaz de crear una historia con semejante...argumento.-

-Draco se tumbó en la cama y cerró los ojos-. Hacía tiempo que no me divertía así. Bueno, gracias por inventarte la historia esa, mis padres se cuestionaban porque su hijo no tenía novia, cuando le sobraba sensualidad, carisma, belleza, carácter..

-Harry arqueó las cejas y sonrió para hacer rabiar a su compañero-.

-No sabia como decírselo, y tampoco como decirtelo a ti. Te quiero, Potter.

-Hurón, yo..-Harry sintió como se le aceleraba el corazón al ver que Draco se acercaba a él y posaba su dedo índice en los labios del moreno, obligándolo a contener un jadeo-.

-No sabes como me gusta que me llames así, cara rajada, y tu historia..digamos que se acopla bastante a lo que siento por ti. Joder, Potter, me vuelves loco.

-el rubio se acercó al auror hasta quedar cara a cara con él, y lo cogió suavemente por la túnica acercándolo a él-.

No Puedes Odiarme... (Drarry)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora