Capítulo 22

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Tenía tantas dudas volando de aquí a allá en mi mente que deseaba tanto bloquearlas y no crearme más problemas, pero era más difícil de lo que parecía

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Tenía tantas dudas volando de aquí a allá en mi mente que deseaba tanto bloquearlas y no crearme más problemas, pero era más difícil de lo que parecía.

Tuve un desayuno con James, quien estuvo mucho más atento de lo habitual, sus ojos siempre me miraban atentos, brillantes como dos únicas farolas en la noche. Yo en cambio estaba cada vez más segura de que se trataba de Sellers, es que no podía ser otro. Había intentado asociarlo con Connor, incluso con Rojito y Ethan, pero definitivamente no era igual.

Le analicé durante todo el desayuno, mientras el aparentaba que no se daba cuenta, pero estaba segura de que estaba al tanto de que mis ojos recorrían con atención sus gestos y la forma de sus ojos. Si se trataba de Sellers realmente, el sabría que estaba buscando similitudes.

¿Pero por qué? ¿Por qué James se vio en la necesidad de meterse en algo así? Quizás creyó que sería divertido estar en la mafia. ¿Por qué aceptó jugar al gato y al ratón conmigo, asustarme e intentar arruinar todo lo que conocía? Incluso la empresa donde él era el vicepresidente.

Yo tan solo no podía dejar de rogar tener un día tranquilo, sin complicaciones, pero una vez en la empresa Connor aparecía en cada momento de paz y conseguía alterar mi corazón y mi respiración. Luego llegaba James y me regalaba de esas sonrisas que hacía cuando se creía un chico malo en el bachiller. También estaba el caso de que no había llegado ninguna carta y no podía dejar de sentirme ansiosa y no de la buena manera.

Suspiré saliendo del ascensor.

—Necesito que llame a Marcus McCartney y le pida el informe que me debe, lo tendría que haber entregado ayer. Dile de mi parte que sea la última vez que sucede. Necesito asegurarme de que todo esté correcto. —Fui directa con la recepcionista, pero luego me sentí mal —. Por favor.

Le sonreí y ella asintió un poco... asustada, quizá. Aunque lo dudaba, era un amor de persona, ¿¡verdad!?

Realmente no tenía tiempo para reparar en más detalles, mi cabeza estaba por explotar de dolor y no tenía todos los informes que necesitaba para terminar de asegurarme de que todo estaba correcto en las diferentes áreas de la empresa.

Volví al ascensor y entré. Esperé a que las puertas se cerraran pero cuando empezó a pasar, una mano detuvo el proceso, provocándome un susto tremendo.

Connor entró apresurado con papeles en la mano. Su respiración era acelerada, supuse que corrió para llegar al ascensor antes de que las puertas se cerraran.

—Tengo... tengo los informes que faltan, menos el de McCartney —anunció de manera entrecortada.

Asentí y luego respondí:

—Gracias.

Un silencio incómodo se creó en el cubículo mientras yo presionaba el piso 29 en el botón.

—April yo... te envíe notas... no era lo suficientemente valiente para verte a la cara y decírtelo todo. Sé que no las leíste. Ethan le pidió a James que las robara antes de que pudieses leerlas, por eso seguía enviándolas... —bajó la voz y yo bajé la mirada. ¿A qué quería llegar con todo esto? Mi nivel de curiosidad estaba subiendo, pues quería leer las notas.

El infiltradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora