Caos

III

Un nuevo día comienza y junto a el llega nuevamente ese vacío a dañarte el alma, la vida y tu corazón. Se te llenan los ojos de lágrimas y regresa la soledad.

Todos piensan que eres una tonta por querer alcanzar tus sueños...

Te repites cada día que siempre has estado sola y vacía. Sin nada que compartir.

Eres tan insegura que solo una mirada es capaz de destruir tus esperanzas, justo cuando estabas empezando a creer en ti y en lo que creías eras capaz de hacer. Lloras en tu cuarto sola, cuando te califican de poca cosa y se ríen de tus sueños inalcanzables. Te duele, porque hiciste el esfuerzo de pensar un poco diferente conforme a ti pero da igual, todo da igual cuando las endebles murallas que habías construido a tu alrededor se destrozan para dar paso a las lágrimas...

Consientes tu soledad y de ahora en más decides no compartir tus sentimientos, tus sueños o pensamientos con nadie... porque siempre que tienes un poco de confianza esta se va al piso.

Decides no hacer caso de las miradas. Esas que te juzgan y te dicen que no sirves para lo que quieres. Te llenas de valentía y aunque sabes que sueñas demasiado, eres consciente de que no es posible que te hagan sentir más miserable de lo que ya eres y decides intentarlo.