Vagaba yo por los enormes parajes del Internet. Iba como el viento y la vida misma, sin rumbo. Cuando recibí una solicitud de Amistad en Facebook.
Un solo amigo en común. Un hombre bien parecido quiere ser mi amigo. No suelo prestar mucha atención a este tipo de encuentros, soy lo suficientemente reservado y cuidadoso con mi orientación sexual que no acepto a alguien que no conozco, pero este chico de cara angelical ha llamado mi atención tan fuertemente, que no puedo dejar de ver su foto. Declino. Apago la computadora.
El día continuó su curso normal, la vida también. Nada especial. Salvo por un detalle, casi insignificante: Al poco antes de dormir, su nombre me ha llegado a la mente: "Alain". Me gusta el francés, tal vez él lo sea...: Me gusta el Francés.
Después de un día normal, más común que corriente de buscar mi supervivencia, vuelvo al incansable vicio en que se ha convertido el Facebook, y después de mucho pensarlo, de considerar pros y contras y de darle vueltas al asunto imaginando los posibles escenarios de dejar que un completo extraño (salvo por un amigo en común) penetre en mi vida que he publicado en Facebook, decido por fin ver nuevamente mis solicitudes de amistad y doy clic en aceptar para salir corriendo, con el pecado en la boca: Un hombre extrañamente atractivo (que no atractivamente extraño), de nombre francés, que me ha enviado una solicitud en Facebook ha sido aceptado sin más. Es momento de apagar la computadora y huir con la pena en la cara.
Una noche muy tranquila de buen sueño y descanso. Me levanto de buen ánimo para terminar mis ocupaciones y seguir adelante con mis costumbres. Costumbres como revisar el Facebook por la tarde sin mayor expectativa que la del voyeurista que está por mirar la vida que otros deciden publicar.
Ahí hay un mensaje nuevo, es poco común. Sobre todo viniendo de un extraño que sólo ha saludado un "Hola". No tendría que ponerme como me pongo, pero aún así me doy un tiempo para relajarme y responder: "Hola. Quién eres? Por qué me agregaste?" (A veces la mejor ofensiva es una defensiva). Él, sin mayor complicación, al menos así me parece, responde simplemente que tenemos una amiga en común y que me vio en sus sugerencias de amigos y decidió agregarme.
Me da pie a hacer un par de preguntas para conocernos, quién eres, a qué te dedicas, qué te gusta. A lo que responde con facilidad que es médico, que está terminando su servicio social en un pueblo y que estaba de salida, ya se iba de fiesta, lo común de un Viernes. Poca oportunidad hubo de hablar de mí, pero yo soy lo menos importante, yo sé quién soy (¿Lo sé? ¿Soy menos importante?) pero la idea de que un médico guapo me haya hablado...
Comienzo a sentirme emocionado, pero sin permitir que la emoción me desborde, no sé quién será este tipo que ha osado irrumpir en mi vida y que ha hecho que esboce una sonrisa al contemplar una fotografía suya...
Es inútil pensarlo más, hay que seguir con la vida y las obligaciones que tiene esta.
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EnAmorAme
RomanceLa Historia de un Amor entre dos Hombres. El amigo de un amigo se enamoró hace un tiempo y conozco la historia. Un poco de Realidad, más Ficción e Irrealidad que Verdad, ninguna mentira es contada. La Historia se desarrolla junto con los personajes...