No iré detrás de ti...

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Se veía espectacular. Un hombre bien vestido, con pantalón formal, camisa manga larga, cabello corto, bien peinadito, zapatos reluciente y para coronar esa imagen, su bella sonrisa que iluminaba todo el espacio.

-"¡Oye!"

Sólo de recordar esa palabra emanando de sus labios hace que ahora mismo mi piel se estremezca en la evocación del éxtasis auditivo. Tiene un tonito muy lindo de decirlo, levanta la "e" casi tan alto como levanta mi pene, arrastra el sonido y me hace enloquecer, suena tan delicado, tan inocente, tan cuidado, tan querido, tan él... Es su sello distintivo, su palabra que adoro.

Venía de presentar una entrevista o algo así en el DF en el Hospital en el que había sido aceptado para realizar su Residencia. No soy nada entendido de las cuestiones de los médicos, pero entiendo que él pasó un examen que pocos realizan la proeza de pasar al primer intento y que además, le tocó en el hospital que él quería, parece que fue y les dio una buena impresión a los superiores, a aquellos con los que hará su residencia en pediatría.

No puedo evitar sentirme feliz por él, de alguna manera orgulloso y contento también de compartir un tiempo con él. También me da un poco de tristeza porque eso quiere decir que se va pronto. Que empezando el próximo año se irá a vivir en el DF para hacer su residencia y ya no lo veré más. Parece que trabajará mucho y pues esta relación como se llame, no durará...

No quiero pensar en eso, debatí mucho al principio sobre esto de no dejarme envolver, sobre la posibilidad de fallar y eso, pero bueno, ya estoy aquí y este hombre bien vestido, educado e inteligente me derrite con sólo verlo, no sé qué haré y no quiero tampoco pensar en ello :/

De la última vez que paseamos y cuando me iba empujando para jugar y acercarse, le dije que no lo hiciera, que si quería que mejor me acariciara, pero no quiero aceptar caer en una relación agresiva como otras en que he estado. Así pues, esta vez tuvo el detalle de acariciarme un par de veces. No puedo evitar sentirme apenado, quizá vergüenza es también un buen término para definir lo que siento, me da pena que sepan que soy gay, pero trato de controlarlo porque él me gusta mucho y me gusta que me acaricie, que me abrace, que lo puedo yo contemplar y oler.

Nuestra reunión de hoy fue breve, se iba de fiesta (¡qué raro!) para celebrar su triunfo, pero fue tiempo suficiente para nutrir mis días que pasaban todos iguales. No hay fecha para volver a vernos y presiento de hecho que eso no volverá a suceder. No creo que esta relación, lo que sea, vaya a durar mucho tiempo, me da algo de miedo eso, quizá él pierda el interés en mí al vislumbrar el futuro que se le presenta como residente y como habitante de la pequeña enorme ciudad de México...

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