Soñe Con Un Heroe...

✨Capitulo 4...✨

Yo: Puede ser... :) jajaj.
*****
Me desconecté al sentir que tocaban mi puerta. Entró Angie y Mason detrás de ella.
- Hola.. - Dijeron a unisono.
- Hola chicos.
- Cómo estás? - Dijo Mason.
- Eres torpe? Obvio mal estúpido! - Salió diciendo Angie.
- Ya chicos. Sientense aquí junto a mi.

Se sentaron y comenzamos a charlar.
De repente, comenzó a sonar mi celular. Me estaban llamando.
Llamada Rubius:

- Hola?
- Hola muyaya!
- Rubius, cómo estás?
- Bien, gracias. Tu sigues igual?
- Un poco mejor, hay que admitirlo.
- Me alegra oír eso. Oie, llamaba para decirte...
- Si?

Me puse nerviosa. Mis manos comenzaron a sudar. Esperaba con ansias que Rubius contestara.

- Necesito verte. Puedes en 30 minutos? Paso por ti.
- Si obvio. Te veo entonces.
- Vale, adiós.
- Adiós.

Fin de la llamada con Rubius.

- Quién era? - Preguntó Angie.

Puse cara en plan: 7u7

- Qué dice Rubius?
- Oie, como me conoces. Quiere verme en 30. Pasará por mi.

Angie se paró de un salto de mi cama, y comenzó a urguear entre mi maquillaje y mi ropa.

- Qué hacés? - le dije riendo.
- Es una cita, debes ir bonita.
- Una cita? - dijo Mason sin entender nada. No sabia que pasaba ya que había ido al baño.
- Rubius dijo que quería verme en 30 minutos.
- Un YoTuber famoso es mi cuñi?
- Hay Mason. Caia ia!

Nos reímos los tres.
Angie termino eligiendo:
Una remera manga corta blanca con letras aleatorias negras.
Un short negro roto.
Unas zapatillas vans negras.
Una camisa roja a cuadros atada a la cintura.
Me maquilló con rímel, y con lápiz labial rojo. Me puso una leve cantidad de sombra negra en los ojos (no, si te va a poner sombra para ojos en las tetas) y un poco de rubor marroncito claro, para " Marcar mas los pómulos" según ella.
Cuando tuve la aprobación de Mason, bajé para esperar, faltaban 10 minutos. Matamos tiempo hablando de lo que debía decir y preguntándole cosas de hombres a Mason. Cuando faltaban 5 minutos, Angie abrió los ojos como platos, y corrió hacia el baño.

- Se pasó?- Dijo Mason bromeando.
- No le vino, no me dijo por lo menos. -reimos.

Volvió con un peine y una gorra mía negra y roja de Rubius. Decia Rubius muy grande en el centro y pequeño por otras partes de la gorra.
Sonó el timbre y salí a abrir. Era el. Al abrir la puerta, se le dislocó la mandíbula y dejo caer su boca, muy poco disimuladamente, abrió sus ojos enormemente y movía la boca pero no salían palabras. Comencé a reír a lo que el también.

- Estas... Hermosa...

Me sonroje, sonreí y mire para abajo.

- Por Dios, no hagas así, es una pose muy sesi.