He estado buscando información a cerca de Estambul.
Se supone que es una ciudad en Turquía, conocida por sus mercados, su gente, su clima, el Bósforo.
Tengo mucha curiosidad de ir allí.
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Se acerca el día. En una semana me iré de aquí, y en mi lugar vendrá alguien de Estambul a estudiar en Madrid.
Espero que el idioma no sea un problema.
No se hablar turco, pero manejo el inglés a la perfección. Espero que eso me ayude, de lo contrario estoy perdida.
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Bien, ya ha pasado una semana y estoy a punto de salir hacia el aeropuerto. Va a ser un lago vuelo, con escala en Grecia.
Es triste que cuando tienes que hacer escala en algún país, no tengas el tiempo suficiente para recorrerlo, o por lo menos visitar los alrededores.
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¡Por fin! ¡He llegado a Estambul!
Olvide mencionar que no era la única chica de intercambio.
Conocí a varios chicos en el avión que partió de Grecia.
Hellen Woods era estadounidense. Estaba en Estambul por un intercambio de estudios en Física Cuántica. Era todo un cerebrito.
Andreas Wiellghen era alemán. Venía por el intercambio en Ciencias de la Salud.
Giannis Kadopoulous era griego, y estaba aquí para estudiar gastronomía. Solía decir: "¡Y que mejor lugar para gastronomía que Estambul! "
Y por último, pero no menos importante, estaba Benjamín Asif, un judío israelí que venía a estudiar los secretos del Corán, lo cual en sí, me parecía algo ilógico, considerando que si tu eres judío, lo más probable es que envites a toda costa, TODO lo relacionado con el mundo musulmán.
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Estaba camino hacia el campus, y he sentí un olor muy agradable en el ambiente. Y no, no era el olor de la libertad.
Me detuve y averigüé de dónde provenía ese olor tan peculiar, que mi mente no podía asociar con nada que hubiese conocido antes.
Paré en la esquina diagonal a la universidad.
~¿Qué es esto, señor?
-Un kebab, ¿No has oído hablar de ellos?
~Es que, emm, bueno, yo no soy de aquí...
-Debí suponerlo... ¿Cuántos quieres?
~Uno, por favor.
Cuando tenía ese oro sólido en mis manos, sin pensarlo dos veces, probé un bocado.
Fué como una explosión de sabores y de nuevas experiencias en mi boca.
Definitivamente, todo lo que yo conocía y que era real para mi, había quedado atrás.
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