¿Tienes información que deba saber? – Louis apretó el botón de orden. Manejaba por las calles de Kaapa, con aquella sudadera negra. Mientras Harry intentaba revisar las cámaras de seguridad por última vez, ansioso de captar alguna maldita pista. Alexis se les había escapado.
Jodidamente su plan había resultado tan perfecto que ni siquiera Louis se había percatado de su ausencia, sin contar con que había estado soñando con ella antes.-El presidente tenía claro que un promedio de cinco mil hombres llegarían a invadir Washington, o por lo menos eso decían los estudios. Pero, no entendemos por qué- un pequeño ruido se escuchó desde la otra línea del intercomunicador. Alguien tecleaba. – solo han recibido a cuatro mil, en promedio, cuatro mil ochenta. Escondidos estratégicamente en las afueras de la ciudad, están marcados. Pero nadie sabe donde mierda están los demás.
Louis cortó la comunicación. Había escuchado lo suficiente. Otro jodido problema, ocasionado por ella, por Alexis y sus berrinches. Pero eso no lo detendría. El pueblo era pequeño. Y él, era más astuto que esos jodidos rusos.
Y si, por supuesto que los tenía. Una jodida fábrica abandonada. No podían esconderse en otro lugar. Estados Unidos estaba esperándolos. Los tenían marcados. Y ellos, sabían perfectamente que el presidente no haría nada sin ella, sin su luz, sin su hija. Era peor que llevarse el 90% de su economía, peor que llevarse a la mismísima estatua de la libertad.
Estacionó el camión blindado.
-Ve por atrás. – le ordenó a Harry. – cubriré la entrada. Si encuentras a uno de esos hijos de puta no dudes en usar el arma.
-¿Qué mierda me crees? Por supuesto que lo sé. – Harry salió del camión, junto a Louis.
Desapareció a los pocos minutos. Mientras Louis quitaba el seguro de su Carabina. Estaba jodido, en el fondo lo estaba. Odiaba que Alexis hiciera lo que quisiera, mientras él estaba a cargo. Y también, sin saber por que, no quería que ella sufriera rasguño alguno. No quería que ningún imbécil la tocara.
Tiró la puerta. Adentro no se escuchaba ni el más mínimo ruido. Pero sabía que era ahí donde esos idiotas se escondían. Conocía a la perfección, debido a sus largos estudios, los camiones rusos. No podía fallar. No ahora.
Un par de hombres se asomaron por el pasillo más oscuro. Louis no dudo en disparar, sin ni siquiera saber de quién se trataba. Identifico perfectamente aquellos uniformes. Mierda, los rusos estaban ahí. Se acercó, hasta uno de ellos, que se retorcía en el suelo.
-¿Dónde mierda está tu jefe? – le preguntó. Coloco sus piernas a ambos lados del cuerpo. La sangre empezó a brotar de su boca. - ¿Dónde demonios están los demás?
Nadie respondió a su pregunta. Aquel hombre yacía muerto sobre el suelo, al igual que el otro. Continuó su camino. Veía a lo lejos una habitación, luces prendidas. Escuchó gemidos y escuchó risas. Maldijo para sus adentros, ojala y esos gemidos no provengan de Alexis.
Se pegó a la pared, escuchando más de aquellos ruidos. Necesitaba comprobar si ella no estaba adentro, necesitaba saber si Alexis no estaba ahí, no quería que fuera participe de aquella matanza. Se giró, y observó vagamente por el espacio de la puerta y el borde. Lo que pensaba. Prostitutas y los hijos de perra. El asco recorrió su mente. Al menos nadie peligraba ahí adentro. Espero un par de segundos para girarse, y abrir la puerta. Apunto claramente al gran grupo de imbéciles que tenían sexo en la menos indicada etapa de sus vidas.
-¡Aléjense! – gritó él. Gritos, provenientes de ellas. Cogieron sus cosas, ropas, mallas, juguetes, entre sus manos. – lárguense de aquí ahora. – ellas se apartaron. A la pared. Por suerte y solo eran tres, jodidamente ellos eran más. - ¿les gusto, hijos de puta? ¿estuvo bueno, cierto? – sonrió. Ellos no salían en sí, del asombro. Uno de ellos miró su arma por el rabillo del ojo. – pues será el último polvo de sus putas vidas. – disparó. Al unísono. Las balas parecían gotas en una lluvia. Cada una directa a cada uno de ellos. Las mujeres gritaron. Saliendo rápidamente de aquella asquerosa escena. Pero él había sido inteligente. Solo había dejado vivo a uno, un jodido cobarde que ahora se cubría el rostro con las manos. Solo, sin armas, frente a Louis. - ¿Dónde está ella? – le preguntó aputándole a la cabeza – dime, al menos que quieras terminar como ellos.
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I'll be you protector -Louis
FanfictionCuando Louis es llamado a la oficina del presidente para su siguiente misión se sorprende al saber el cargo que desempeñara esta vez; el nunca ha sido niñero de nadie y menos de la joven hija mimada del presidente. Sabe que el puede hacerse cargo de...