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Louis entró a hurtadillas a la habitación de Alexis. Vaya lío el de hoy. Solo por unas cuantas palabras que en el fondo había dicho sin intención.
Elena era guapa, mucho a decir verdad, pero no tenía punto de comparación con ella, con la mujer que lo volvía completamente loco. Cerró la puerta, las lámparas de la mesa de noche se hallaban prendidas. Se quitó las botas, para luego voltearse a mirarlatendida sobre la cama, durmiendo. Cuanto le gustaba verla descansar, preciosa, hermosa, la mujer más guapa que había visto en su corta pero recorrida vida. Observó que se encontraba de espaldas, mientras se quitaba el chaleco militar. Se acostó a su lado sin hacer ruido, graciosamente ahora era él quién se escabullía para entrar a la habitación de Alexis y ella no. La abrazó por la espalda colocando el mentón en su hombro y entonces fue cuando ella despertó. 

-Shhh…- le cayó ella. Louis se quedó inmóvil, sorprendido, no tenía idea de que estuviera despierta. - ¿me dejas dormir? 

-¿Estás molesta? – le preguntó él. Sigilosamente besó su hombro. Alexis lo apartó. 

-¿Y no debería? Claro, viene otra, y de inmediato te fijas en ella.

-Mi amor…

-Ve a tu habitación. – le exigió ella, realmente cabreada, pero a él esa actitud solo le gustaba aún más. – no está bien que estés aquí.- dijo riendo por dentro.

-Quería dormir contigo hoy. – susurró Louis en su oído. Alexis cerró los ojos con fuerza, tratando de no escuchar las palabras de Louis ni un segundo más, quería que el sueño la arropara y la devorara antes de que Louis fuera quién lo hiciera primero. 

-¿Te piensas que será tan fácil? - Alexis levantó una ceja.

-Depende…- murmuró. La piel de ella se erizó por completo al sentir como Louis aplastaba su pene ya erecto, sobre sus nalgas. En ese momento se le pasó el enfado, solo quería voltearse y dejar que él mismo acabara con todo ese hielo. Que la follara. Sí eso. Y ya mismo. – mira como me tienes...- ahora la apretó aún con más fuerza. Su polla se paseo de arriba hacia abajo, cada vez más intenso. Alexis apretó las sabanas, inconsciente, un pequeño "oh" se escapó de sus labios. – eres preciosa cuando te excitas y ahora, sé que lo estás- le mordió el cuello, Alexis dejó que Louis lo hiciera, al mismo tiempo que sus manos se enredaban en su cabello. 

-Ah, ah…- negó. – no será tan fácil está vez.

-Lo de Elena lo dije sin pensar, te lo juro.

-Lo dices solo porque tienes ganas de…

-No. – negó él. – lo digo porque no quiero verte enojada por todo esto, no tiene sentido. 

-Ok, si yo hubiera dicho que un tipo cualquiera tiene un buen culo, ¿lo hubieras aceptado? 

Louis demoró en responder. Buena pregunta. Y mucho más para un celoso como él.

-No pongas esos ejemplos nena…

-Lo vez.

-Ok. A lo que me refiero es a que…ninguna otra mujer, tenga o no buen culo, me ha hecho perder la cabeza como tú. – Alexis se volteó, queriendo escuchar un poco más de las palabras de Louis, cogió bien las sábanas, que enredaban su cuerpo, y se giró. – eres especial- le besó la frente. – eres todo lo que tengo… - los ojos de Louis se la comieron con solo mirarla, era tanto lo que demostraban con solo mirarse. De pronto se inclinó para besarle el hombro, subiendo lentamente por su cuello. – eres mi vida. 

-Y tú la mía…- murmuró ella. Lo besó en la boca, sin permiso, Louis se abrió paso en ella, e introdujo su lengua tan siempre apetecible. Cuanto podía excitarse con tan solo besarla que ya estaba más empalmado que hace unos minutos, sus manos se pasearon incontrolables por las curvas de su cintura, llegando a su precioso culo, se lo acarició, suave y lento, fue entonces cuando se percató de lo que Alexis había planeado. Sentía las sábanas protegerle el cuerpo, y debajo de ellas… nada.

I'll be you protector -LouisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora