I'll be you protector -Louis

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Capitulo 9

Después de un baño, un buen café, y una buena película de alto calibre, para olvidarse de todo, Alexis se acostó sobre su cama. Louis tocó su puerta, ella abrió de inmediato. 

-¿Dormías? – le preguntó. Pegado al borde de la puerta. Traía el cabello despeinado, como siempre en realidad, Alexis sonrió.

-No podía. – apretó sus labios.

Louis la miró de pies a cabeza, sin que ella pudiera notarlo, Dios mío ella lo deseaba y él andaba como un idiota rechazándola. Sin mencionar lo mucho que también deseaba hacerlo con ella. Lamió sus labios. Por un momento quiso desnudarla, como antes, observar ese precioso cuerpo para él, y solo para él. Tenía tantas de ganas de besar su cuerpo, pero más que nada, de probar eso que aún no probaba, de sentir su sexo alrededor de su miembro y de llevarla a sentir ese inmenso placer que él sentía con solo mirar. 

-¿Louis? – preguntó Alexis. No era tonta. Y sabía perfectamente lo que Louis miraba. 

-Ah, sí- despertó él. - por cierto, había olvidado decirte que tu padre llamó hoy.- le dijo serio. Otra vez, quería ser el mismo de antes. Alguien que podía tener el control. 

-Oh Dios ¿y como está? – preguntó ella, realmente emocionada.

-Bien, bien, dice que no hay nada nuevo, que todo sigue igual. Me preguntó por ti, y también dijo que pronto todo volvería a la normalidad. – la miró a los ojos, tal vez ella no podía entender el mensaje que Louis le estaba dando. Que no quería que acabara, que no quería que las cosas volvieran a ser como antes. 

-¡Eso es buenísimo! – se abalanzó a abrazarlo. Y él también lo hizo. De pronto Alexis levantó su rostro hasta el de él quedando a pocos centímetros de sus labios, de aquel aliento que ya había probado, y que hasta las partes más sensuales de su cuerpo habían sentido. Alexis se inclinó un poco más para besarlo, logrando atrapar tan solo una fracción de segundo los labios de Louis.

-Alexis, no. – se apartó él. Ella lo miró confundida. – ya te dije que no quiero que esto siga pasando.

Ella desenredo los brazos de alrededor de él.

-Pensé que eso ya estaba arreglado. – lo miró a los ojos. Y en realidad era irónico que después de tan buena ducha, él siguiera negándose. -¿Por qué tiene que ser así? – susurró, con sus manos sobre el torso de Louis. Se inclinó en un poco para besarle los labios de nuevo, Louis se apartó.

-No. – le dijo serio. Aguantando intensamente aquellas ganas de besarla, como hace unas horas. – se acabó Alexis. No quiero que sigas con este jodido juego.

-¿Juego? – preguntó ella ofendida. – Louis este no es ningún juego, te lo dije. – se volteó, el corazón empezaba  a salírsele de órbita. – eres tú el que está jugando. – una vez más volteó a verlo, enfurecida. Y sí, creía eso, que Louis jugaba, con ella y con ese sentimiento que ella empezaba a sentir por él que cada vez se hacía más fuerte.

-Nunca haría eso. 

-Lo estás haciendo ahora. – sus ojos empezaron a humedecerse. Louis era el único que podía hacerla llorar y sentir de esa manera. 

-Alexis...- susurró él. 

-Déjame, ya entendí. – entró a su habitación. Miró por última vez a Louis, Dios, jamás llegaría el día en el que entendería su razón. Lo quería. Sí, sí…¿Por qué no? Le gusta muchísimo. Y él ni siquiera parecía demostrarlo. – no volveré a molestarte. – ella cerró la puerta, en las narices de Louis. – nunca más.

Louis observó la puerta cerrada justo en frente de sus narices y dentro de la habitación la mujer que lo había hecho perder la noción por un buen tiempo. No quería más distracciones, lo estaba cagando todo, el trabajo, la misión, pero algo que había dejado joder aún más era su pequeña, pero intensa relación con Alexis.