Capitulo 4 -Presentaciones y alguien me está observando

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— Espere... Espere... —grita un voz detrás de mí y me giré a ver que aquella señora me seguía.

—¿Quién? ¿yo? —dije incrédulo y me señalé con el dedo.

— Si usted, no se mueva de su lugar —no pude evitar una sonrisa cuando dijo eso— Dime, ¿Qué es lo que quieres para borrar esa grabación ahora mismo? —la señora se veía bastante agitada después de correr detrás de mi.

— Oh... Entiendo lo que quiere hacer, intenta sobornarme ¿no es así? —alcé  ambas cejas— Sabe que también puedo demandar a la escuela por hacer eso ¿no? —susurro cerca de su rostro.

— No puede hacer eso —dijo esta vez con un tono más bajo, como si la hubiera derrotado— Si usted hace eso, afectará mucho a la escuela, dígame que quiere y se lo daré, ¿un auto?, ¿dinero?, ¿una BECA? lo que sea, pero porfavor le suplico que borre esa grabación —su rostro se veía suplicante al igual que su tono de voz.

— Antes estaba sermoneandome y ahora esta rogándome, como da vueltas la vida ¿no? —era casi imposible no reírme de la situación— Lo siento pero ahora no tengo tiempo —me esfumé rápidamente de aquel lugar antes de que la señora pudiera seguirme y fue cuando ví que en la entrada de la escuela aun se encontraba aquel taxista esperándome— Hey Señor! —grité para llamar su atencion y se baje del auto— Así que, me estaba esperando — digo mientras me voy acercando más al taxi.

— Te tardaste demasiado y yo perdí mucho tiempo de mi trabajo, espero que tengas los 30 wons —estira su mano esperando a que le entregue el dinero.

— Si tome aquí tiene —le puse el dinero en su mano— Siento mucho haberme tardado.

[...]

POV Jessie

—A ver alumnos, ya por favor silencio — dice la maestra ante tanto ruido de parte de los alumnos, yo solo los observaba y recordaba como era yo en mi antigua escuela, mis amigas, mis compañeros, mis maestros favoritos, ya nos lo vería, todo cambió, sabía que esta nueva escuela era muy beneficiosa para mis estudios pero no para hacer amigos, no era buena socializando, me era difícil hablar con las demás personas sin sentir timidez o nervios, algo que simplemente no podía hacer— Ahora nuestros nuevos estudiantes se presentarán —dijo de pronto la maestra llamándome la atención, noté como la su mirada recorría toda el aula hasta que sus ojos color miel aterrizaron sobre los míos y sonríedome dijo— ¿Que te parece si empezamos por ti?

Pero que mala suerte "- pensé.

— ¿Yo? —fue lo único que pude atinar a decir por lo nerviosa que estaba, otro de mis grande miedos era hablar en público.

Seguro se preguntaran ¿por que tengo tantas fobias con las relaciones entre las  personas? Pues todo tiene una explicación, cuando era pequeña participé en una obra de teatro por el día de la madre, yo era la protagoniza e interpretaba la obra llamada "El abrazo", una historia que trata de que una niña se reencuentra con su madre después de que ella la dio en adopción. La obra era perfecta, todo estaba listo, solo faltaba  que nos dijeran que saliéramos a actuar y listo, pero mi sonrisa desapareció cuando eché un vistazo al público y noté que ninguna de las madres presentes era la mía, mis amigas contentas hablaban de que su mamá estaba esperando a verlas actuar, me puse tan triste que ya no tenía ganas de salir a actuar, me esforcé tanto en conseguir el papel principal, le conté entusiasmada a mamá mi logro pero al parecer no pudo venir a verme. Fue entonces cuando no me di cuenta de que había empezado a llorar y nadie entendía el porque, la maestra se me acercó y me preguntó que me pasó, no contesté a su pregunta y el maestro de ceremonia hizo su entrada al camerino en donde nos encontrábamos para decirnos que era nuestro turno, pero yo ya no quería actuar. Me forzaron a entrar al escenario, vi las luces iluminar e demasiado, muchos ojos puestos sobre mí, ninguno de la persona que yo más quería, escuchaba voces que me decía que empiece a actuar, sentí como las lágrimas inconscientemente cayeron sobre mi mejilla, todos esperando a que hablara o hiciera algo, y en segundos rompí en llanto llamando a mi mamá, la obra terminó siendo un verdadero desastre por mi culpa, oí los gritos y quejas de la maestra y de muchas compañeras mías sobre lo horroroso que salió el teatro por culpa mía, ninguna quizo hablarme, fue desde ese día que le tuve pánico a los escenarios y al público, lo de hacer amigos no era un miedo, era simplemente la timidez que las demás fobias me dejaron.

La Historia De Mi VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora