CAPÍTULO IV

65 10 2
                                    

Ese día lo recuerdo como si hubiera sido ayer, un dia normal, ya extrañaba las clases, la biblioteca, el olor a café en la sala de profesores, los estudiantes nerviosos por rendir bien un examen... Y así fue precisamente como encontré a Santiago ese dia. Estaba nervioso, sentado en la biblioteca estudiando hasta último momento como siempre. Sonreí al verlo y me acerqué a él. Probablemente se pondría feliz por mi, por la oportunidad que me dio el destino de empezar una nueva vida en España, o por ahí seguiría enojado desde aquella vez (aunque él no tenía la razón) fue hace casi un año, no creo que sea tan infantil.
Él siempre fue considerado y amable conmigo. Me sorprende que no tenga novia, es muy apuesto, su cabello es castaño claro, su sonrisa es perfecta y tiene personalidad.
Llegué a su mesa y me senté, pero él siguió estudiando como si nada.
Aunque sabía que yo estaba ahí, mantenía sus ojos color café fijos en el libro.

Ella, Delilah.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora