Capítulo 10.-

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Popularidad en riesgo de extinción. 

Lunes, de nuevo.

Hoy se cumple una semana desde el día en que mis días cambiaron por completo e incluso cambiaron mis formas de ver al resto. Es increíble como una persona puede llegar de la nada y poner tu mundo de cabeza en tan solo una semana, es increíble como puedes pasar de odiar a alguien con tu vida, a querer estar con él todo el tiempo y esto en tan sólo siete días. Flipa.

Lo que ocurrió después de cenar en la pizzería es historia, ni ganas de recordarlo. Sólo puedo asegurar que me quedó claro que lo mejor era aceptar lo que me había propuesto Samuel cuando salimos de la casita del terror. Alejarme de él. Y es absurdo, porque siempre supe que terminaría siendo así.

Durante clases traté de evadirlo lo más que pude pero me fue totalmente imposible. No podía ignorar su presencia y mucho menos sus constantes preguntas sobre el tema que estábamos viendo. No mentía cuando decía que era malo para la materia pues más de una vez tuve que ayudarlo a resolver los cálculos que debíamos realizar, y no es como si fuera algo molesto, al contrario, me divertía viendo como ponía cara de seriedad cuando le explicaba algo pero sabía que en realidad no me estaba prestando nada de atención. A saber que es lo que hay en su cabeza cuando eso ocurre. También me entretuve viendo como su cara se iluminaba de ilusión cuando conseguía hacer las cosas por sí mismo y me daba las gracias, pero no pasaban ni cinco minutos para que volviera a tener dudas. Era como un niño y no entendía como ese niño podía ser tan misterioso a veces. 

Razón #155: Es un niño con cara de anciano. 

-Gracias otra vez, señor del mal. No sé que haría sin tu ayuda. -Basta, con estos cumplidos no lograré nada.

-No hay de que. Oye, quería decirte algo. -En realidad no quiero decirte nada.

-Yo también quiero decirte algo. -Oh rayos.

-Está bien, primero tú. -No sé porque tengo el presentimiento de que después me arrepentiré de esto. 

-¿Qué fue lo que pasó anoche en la pizzería? Estabas muy raro.

-Yo también quería hablar de eso... 

-No te preocupes, no volveré a hacer que tú y tu hermana se junten. Ya me di cuenta de que no se llevan nada bien. 

-¿Eh? -Sara no es el problema, bueno en realidad sí, ¡Pero así no son las cosas! 

-Tranquilo, creo que es normal sentirte incomodo cuando tu amigo está saliendo con tu hermana. -Me encanta que diga que somos amigos, maldita bipolaridad la mía.

-Bueno, si, pero en realidad...

-Uy, ya es muy tarde, debo llegar a clase. Nos vemos después, pequeño. 

Razón #156: ¡Déjame hablar!

Increíble. Samuel piensa que Sara y yo nos odiamos. Aunque es cierto que últimamente no hago más que molestarme ante su presencia. Si supiera que en realidad odio que ambos sean pareja.

Mi plan no resultó como lo esperaba, pero no podía dejar que esta "amistad" siguiera creciendo pues mientras más alta sea la subida, más dolorosa es la caída. 

En clase, las chicas no de dejaban de hablar de él, como era costumbre, pero por primera vez creí que sería interesante escuchar que comentaban.

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