Me vuelves loco.
Todavía domingo. Alguien mateme y acabe con este día.
-¡Pero madre mía Guille! ¿Qué haces aquí compañero? -Frank era tonto, muy tonto.
-Joven, usted y su pareja deben salir de la atracción, las reglas lo indican. -Un empleado había venido hasta donde me encontraba con Samuel en brazos para recordarnos lo que ocurría si caíamos en la trampa.
Samuel se salió de mi abrazo como pudo y se disculpó con el empleado. Este chico podía tener los mejores modales si se lo proponía.
Posterior a eso, me tomó del hombro y me llevó hasta la salida, como un padre que lleva a su hijo que acaba de regañar por hacer un berrinche en un lugar público.
Mientras salíamos escuché a mi amigo gritar.
-¡Hasta mañana, Guille! ¡Disfruta tu cita con el novio de tu hermana! -Qué ganas de estamparle la cara contra la pared en este mismo instante.
-Tu amigo además de ser pésimo en el fútbol también es pésimo con las citas. Esa chica es una completa idiota. -¿De verdad había pasado del hecho de que lo había abrazado y de que Frank había burlado de nosotros? ¡Es increíble la manera en la que puede evadir los problemas!
-A ver si entendí; nos sacaron de la atracción por mi culpa, nos cayeron cientos de arañas de juguete encima, corrí a abrazarte como el cobarde que soy, nos encontramos con Frank y él se burló de ambos y, ¿a ti sólo te importa la chica con la que está saliendo?
-Verás, salí con ella el verano pasado, y en la fiesta que Rubén dio por fin de cursos me dijo que...
-¡No me interesan tus estúpidas ex novias! ¡Te abracé y tú nisiquiera te molestaste en quitarme! Seguro ahora Frank cree que somos amigos. -Estaba harto de que no notara que era obvio que quería estar a su lado todo el tiempo.
-¿Y no lo somos? Además, sí, me abrazaste, ¿Y eso qué tiene de malo? -Tenía un aspecto burlón en el rostro.
Razón #120: No sé si te quiero o te odio.
-¿No lo entiendes? ¡Eres el novio de mi hermana! ¡Se supone que debo odiarte no querer estar a tu lado todo el tiempo! -Ya está, lo dije.
-A ver si entendí, quieres estar a mi lado pero no me consideras tu amigo y me odias, ¿entonces que es lo que quieres que haga? -Se había puesto serio por primera vez en todo el día. Bien hecho Guillermo, la haz cagado.
-¡Es que no lo entiendes! Me vuelves loco, quiero ser tu amigo y la vez no porque sé que saldré lastimado. -Esa sinceridad me la había sacado de la manga.
-¿Y lastimado por qué? De verdad estoy tratando de llevarme bien contigo, hago todo lo que está en mí, pero si tú te niegas creo que lo mejor será que me dé por vencido. -¡No por favor! ¡No te alejes!
-Esa no es manera de arreglar las cosas, creo que estoy sintiendo más de lo que debería.
-No te entiendo.
-¡Tú nunca entiendes!
-Te pusiste así por un simple abrazo, creo que es comprensible que no te entienda. -Tenía razón, estaba actuando como un inmaduro.
-Lo siento, jamás me había sentido así por alguien.
-¿Sentirte cómo?
-Vaya, hasta que salen. Se demoraron horas ahí adentro. -Sara había llegado con un helado semiderretido a interrumpir nuestra plática sobre mis sentimientos, ¡Ojalá le caigan arañas de verdad encima!
-Lo sentimos princesa, tu hermano es un miedoso. -Me siento engañado.
-Ya lo sé. Volvamos a casa, estoy cansada.
-Como tu ordenes, cariño. -Asco, asco y más asco.
-Tú ya quita esa cara, Guillermo. ¿Acaso te comieron la lengua las arañas? -Ambos empezaron a reír por el estúpido comentario de Sara.
-¡Guille, compañero! -Lo que me faltaba. -¿Ahora ya me dirás por qué estabas abrazando a Samuel allá adentro? -Sara había escupido el yogurt de helado que estaba tomando en esos momentos y Samuel miró de manera asesina al que solía ser mi amigo. Después de esto no sé si quería seguir llamándolo así.
-¿Qué hiciste qué, Guillermo? -Rayos. -¿Por qué no me habías dicho que ya no odiabas a Samuel? -¿Eh?
-Ppporque, ¿eh? ¿no estás molesta?
-¿Molesta? ¿Debería? Eres amigo de mi novio, qué mejor que mi hermano se lleve bien con la persona que quiero. -Uff, ya veía mi muerte.
-Ohh por supuesto. -Samuel estaba incluso más nervioso que yo. -Guille y yo ahora somos grandes amigos ¿verdad, AMIGO? -Había remarcado más de lo normal la palabra "amigo" y me veía de manera insinuante.
-Pppor suppuesto qque sii. -Odiaba hablar de esa manera.
-¿Eso era lo que temías decirme, compañero? Venga, no te iba a juzgar por ser amigo del "cabeza hueca" como tú lo llamas, de Samuel. -Este tío no ayudaba en nada.
-¿Por qué no te vas lejos con tu cita? No hagas enfadar a Laura con problemas tontos. -Quería que se fuera antes de que mi nuevo "amigo" se arrepintiera de serlo.
-Venga crack, te veo en el entrenamiento mañana. -Samuel también estaba corriendolo. Me sorprendía lo conectados que podíamos llegar a estar.
Razón #121: Estamos conectados.
-Está bien, está bien. Nos vemos mañana, Guille. -Al fin.
-Bueno, ¿qué les parece si comemos pizza de camino a casa? Yo invito. -¿En serio? Hace menos de dos minutos nos encontrábamos hablando sobre mis sentimientos y ahora estábamos a punto de ir a un restaurante de pizza, es que yo flipo.
-¡Eres el mejor! -¡Basta de besos frente a mí!
Durante el trayecto en auto, me dediqué a escuchar música durante todo el camino. Stressed Out estaba en repetición automática y no quería escuchar otra cosa que no fuera esa canción. Me recordaba a la primera charla que había tenido con él, aunque hubieran pasado solo un par de horas desde ese momento. Quería estar con él de esa manera siempre.
Cuando llegamos, Samuel ordenó una mesa para tres y después de pedir nuestra comida, nos dispusimos a charlar sobre tonterías que me daban completamente igual. Se notaba que yo sobraba en esa conversación.
-¡Y luego Stacy me dijo que estaba despeinada! Fue una locura aquél día. -Ambos reían de tal estupidez, no entendía qué les causaba gracia.
-Anda, ríete Guille. ¿No estás disfrutando la velada? -Estaba intentando incluirme en su patética charla, es que quería abrazarlo de nuevo sólo por eso.
No respondí, me dediqué a observar la peculiar pareja que ambos formaban. Sara miraba a su novio como si fuera la persona más interesante del mundo y él le hablaba con tanta delicadeza que parecía que si subía el tono de voz ella terminaría rompiéndose en cientos de pedacitos. Los ojos de Samuel le recorrían el rostro de arriba a abajo y ella tenía la cabeza apoyada en la palma de su mano. Lucían como la típica pareja que de verdad siente amor por el otro. La típica pareja que tanto detesto.
Ese día me di cuenta de algo. No importa cuánto me acerqué a Samuel, él sólo tiene ojos para ella.
Razón #122: Soy invisible ante ti.
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Quería hacerlos llorar(?
LO PROMETIDO ES DEUDAAAA. Tendrán que soportar mis capítulos semanales de ahora en adelante ;D
Los quiero y millones gracias por leer<3
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777 Razones
FanficÉl me llama Señor del Mal. Yo lo llamo idiota. Él es popular. Yo sólo quiero dormir. Él lo tiene todo, incluso a mi hermana. Yo respiro, pero él me hace querer dejar de hacerlo. Su nombre se encuentra en ''El libro de las mil razones''. Él es el pro...