Capitulo 6

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Mientras tanto en la casa de Daniel, Jenny está trabajando en los papeles del caso de Nicholas,  y Daniel está jugando con la pequeña, Ángela lo mira.

-          ¡Michelle! –Daniel se ríe.

-          Princesa Michelle –corrige la pequeña.

-          Le agradas Daniel. –dice Ángela mirando a Daniel - ¿Sabes?... Hoy no me dejo pagar mi café un joven. –lo  mira sonriendo.

-          A mí me pareció que le gusto mi mamá –sonríe y sigue jugando.

Daniel la agarra a Ángela de la cintura, y la acerca a él.

-          ¿Así? Y a ti te gusto ¿no? –le da un beso en el cachete a Ángela.

-          Tal vez –se suelta de Daniel– eso es algo que jamás lo sabrás –le sonríe.

-          Hoy no dormiré por tu culpa –Daniel se ríe.

-          Cierta mamá, ¡tengo  que dormir! –se para preocupada y agita sus manos– ¡mañana tengo que ir a clases!

-          Está bien, amor –Angela la alza– vamos a acostarte.

-          Jamás vi a alguien tan emocionado por ir a la escuela –Daniel sonríe.

Mientras Ángela se dirige al cuarto de Michelle, ríe un poco.

-          Mi hija es distinta a todas –con eso entra al cuarto de Michelle.

Jenny aparece en la sala con un libro y se acerca a Daniel.

-          Bueno, hoy Matt no estuvo nada mal –sonriendo.

-          ¿Qué insinúas? –Contesta Daniel molesto.

-           Nada, yo solo te decía que Matt es muy bueno en lo que hace.

-          ¿Te gusta? – se acerca a ella molesto.

-          Y si me gustara a ti ¿qué? –lo encara– O se te olvidó Ángela.

Daniel solo la mira, era cierto, sentía celos pero ¿por qué? Si él ama a Ángela. 

-          Jenny, por favor solo enfócate en lo tuyo – le da la espalda.

-          Lo haré, y Nicholas aceptará a la niña – con eso se va a su cuarto.

Daniel se queda preocupado mirando a la ventana. En eso, Ángela baja a la sala y al verlo ella se acerca abrazándolo por atrás.

-          ¿En qué piensas?

Daniel se da la vuelta y la agarra de la cintura.

-          Nada –sonríe falsamente.

-          Bueno –sonríe–  me voy a acostar, mañana tengo un día pesado en el trabajo –le da un beso y se dirige a las escaleras de nuevo.

Daniel la observa por unos minutos hasta que ve que se fue completamente, y suspira. En ese momento, a su mente solo aparece una persona y no era Ángela.


En el cuarto de Ángela, ella se está acomodándose en la cama y saca el periódico, ojea un poco y para en una página.

-          Nick... –suspira mientras ve la foto de él en el periódico– ¿Qué te paso?... eras el mejor chico que una chica podía pedir pero luego te volviste así y ahora mírate –tira el periódico molesta y mira en su mano el anillo que tiene– Podrías haber sido tú el que criara a nuestra hija, y no Daniel...

Nunca es Demasiado TardeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora