Nunca es Demasiado Tarde

Epilogo

Ha pasado un año y ya no importa los errores que Nick hizo, no importa quién era, sino quien es él ahora. El se ha renovado y su imagen esta quedando limpia.

Nick baja a la sala y se sienta en el sofá. Hoy Ángela cumplía veintisiete años, Nick ha planeado bien su cumpleaños, solo él y ella en el restaurante más fino que había en Savannah. Entre que pensaba en eso, ligeramente metió su mano a su saco y sacó una cajita negra, la abrió y volvió a revisar el anillo, para estar seguro que sea el indicado, lee una y otra vez, lo que decía y se lo repite varias veces.

Hoy tomaría el gran paso, aunque no puede evitar sentirse nervioso, pero sabe que es lo indicado, él la amaba y ella también, además ambos tiene una bella hija.

Esa noche, salió como lo tenía planeado, ambos fueron al restaurante que Nick había reservado, luego de un espectáculo que Ángela quería ver. Una vez en el restaurante Nick no puede dejar de sentir nervios hasta que mira a Ángela a los ojos y toma valor...lentamente se coloca a su costado, se pone de una rodilla y Ángela lo mira extrañada.

-          Ángela Allen –sonríe nervioso– me has enseñado que el amor verdadero solo ocurre una vez –sonríe– me has enseñado que yo puedo ser mejor persona –mira abajo– porque solo así, sé que te merezco, así que te puedo asegurar que –delicadamente saca la caja negra de su saco– solo he amado a una mujer en mi vida, y solo con esa mujer quiero –suspira y abre la caja– pasar el resto de mi vida –alza su cabeza para verla a los ojos– ¿Te casarías conmigo?

Al escuchar eso, los ojos de Ángela se llenan de lágrimas. Nick se pone más nervioso.

-          Sería bueno que digas algo...ahora –Nick se ríe nervioso.

Ángela le sonríe, mientras agacha su cabeza para darle un tierno beso, y luego lo mira a los ojos, con una mirada tierna y llena de felicidad.

-          Sí.

Al escuchar esa palabra que lo lleno por completo, Nick se para y le entrega el anillo en su mano con delicadeza.

-          Lee –le susurra.

Ángela agarra el anillo, sonriendo, era el anillo más bello que había visto, pero haciéndole caso se percata que en el anillo había algo escrito, así que lee lo que tenía escrito:

"Nunca es demasiado tarde, amor...tuyo para siempre"

Porque nunca es tarde para reparar algún daño por muy grande que sea, siempre tienes derecho a una segunda oportunidad, somos humanos no perfectos, todos cometemos errores y aprendemos de ellos. El momento que dejamos de cometer errores es el momento que dejamos de aprender.

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FIN :D Espero que les haya gustado.