Capitulo 10

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Esos 15 minutos que trotaron en el parque, parecieron horas, realmente Ángela había olvidado cómo era estar con Nick y no tener noción del tiempo. Al volver a la casa, ambos reían de alguna broma, como antes, él siempre la hacía reír. Ya en la sala ambos pararon de reír.

-          Iré a despertar a Michelle –con eso, Ángela subió arriba.

Nick mira como sube las escaleras, y ahí en el sofá sentado se echa para atrás frustrado. Dejar la bebida iba a ser más difícil de lo que esperaba, su garganta le pedía su típico whisky pero debía ser fuerte. Pasaron 20 minutos y Ángela bajo con Michelle ya cambiada, esta al ver a Nick corrió a sus brazos.

-          ¡Papá! –corre y Nick la alza.

-          ¡Michelle! –sonríe– ¿cómo esta mi pequeña?

-          Bien –sonríe– ¿ya no nos dejaras, no papá?

Ante esa pregunta, Nick mira a su hija y luego a Ángela, quien estaba seria ante tal pregunta, Nick sonríe y vuelve a mirar a su pequeña.

-          Jamás –le besa la cabeza y la baja– ahora a comer su cereal y luego al colegio.

-          ¿Papá? – pregunta tímida – hoy ¿podrías prepararme el cereal?

Nick la mira confundido y luego a Ángela.

-          Voy arriba, no tardo nada –y sube las escaleras.

Michelle señala su cereal a su papá, y este le sonríe.

-          Con gusto. –le sirve el cereal y se sienta a su lado.

Michelle contenta comienza a comer.

En verdad Nick se había perdido mucho, el amaba a Ángela y simplemente la dejo ir por una estupidez, jamás se perdonaría lo que hizo. Ella estaba mucho más bella de lo que él recordaba, ahora era toda una mujer con una niña de ocho años, eso lo ponía aún más molesto ya que el no estuvo presente cuando Ángela tuvo a la niña, no estuvo a su lado como le había prometido.

-          ¿Papá? –Michelle interrumpe los pensamientos de Nick– ¿hoy me recogerás con mamá? –Nick la mira confuso– es que para demostrarles a mis amigas que tengo papá...uno verdadero.

-          Por supuesto –sonríe–

Ángela vuelve y al observar esa tierna escena de padre e hija, se apoya en la puerta. Michelle y su papá no la notan así que siguen charlando.

-          ¿papá...Yo no fui un accidente –pregunta bajando la cabeza– ¿no?

-          No...–le acaricia la cabeza– eres lo mejor que me ha pasado y amo como te pareces a tu mamá.

Ángela se admira de lo que escuchó, en eso Michelle levanta su cabeza y ve a su madre en la puerta.

-          Ya estoy lista mamá.

-          Ya estamos –dice Nick nervioso.

-          Bien...–Ángela sonríe– entonces ¡al auto!  –grita bromeando.

Michelle corre al auto riendo, mientras Ángela finge perseguirla. Nick camina hacia Ángela.

-          ¿Cuánto escuchaste?

-          Hablaremos otro día...–se dirige a la puerta pero Nick la agarra de la mano- lo prometo –le sonríe.

Dejaron a Michelle en el colegio y luego Nick dejo a Ángela en la casa, para luego recoger a su hija juntos. Toda la semana hicieron lo mismo.

Nunca es Demasiado TardeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora