Capitulo 8

778 39 1
                                    

Nick no podía creer lo que veía, era Ángela, la chica que dio por muerta ocho años atrás, estaba parada frente a él, a unos pocos metros. Poco a poco Nick sintió como su corazón latía más rápido de lo normal. Nick miraba cada detalle, si se trataba de un sueño no quería olvidarlo. Sus bellos ojos color esmeralda, su pelo marrón y ese color de piel bronceado, sin mencionar que con lo que tenía puesto se notaban muy bien sus curvas.

Por su parte, Ángela no podía creer lo que veía, esos ojos que hacían que se derritiera hace 11 años, esa camisa pegada que hacía notar sus abdominales. No había duda, era el chico que una vez ella se había entregado y el único al cual le había dicho "te amo".  ¿Qué debía hacer? ¿Correr a abrazarlo y besarlo?... definitivamente eso quería hacer.

-          Ángela...–Nick dice susurrando.

-          Nick...–susurra también.

-          ¿Estás viva? –confundido.

Ángela solo se queda viéndolo, como aparece una sonrisa melancólica en el rostro de Nick.

-          Ángela... –se acerca a ella y agarra una mano de ella.

Ángela comienza a respirar rápido y observa como Nick lleva su mano al rostro de él. Nick la coloca delicadamente en su mejilla y la recorre por todo su rostro hasta llegar a su otra mejilla, mientras cerraba sus ojos. Ángela solo lo mira confundida, pero le agrada poder tocarlo, parece un sueño...lamentablemente tiene que despertar.

-          ¿Nick?

-          ¿Sí?

-          ¿Qué haces aquí? –susurra mientras libera su mano del rostro de él.

-          Vine a ver a mi hija... –susurra y sonríe– nuestra hija por lo que escuche.

Al escuchar eso sintió una felicidad como ninguna pero también rabia, esta última tomó más fuerza y lo empujó para así correr afuera.

-          ¡Ángela! –grita y corre tras ella y la agarra del brazo.

-          ¡Suéltame!  –sale una lágrima de su rostro.

-          ¡No! –la acerca a él– te perdí una vez, ahora no lo haré.

-          ¡Vete! Lo hiciste una vez, ¿Por qué no lo haces otra vez? –lo mira fríamente.

-          Esa niña –señala a la casa– es nuestra hija, no me iré...es mía también- la acerca hacia su pecho.

Ángela nota que él no se iba a dar por vencido así que solo se queda ahí y llora en su pecho. Al verla así, él la abraza como si fuera la última vez. Y así quedan por unos minutos hasta que ella para de llorar y se queda ahí terminando por abrazar también por la cintura. Esto hace que Nick sonría, ella tímidamente levanta la mirada y susurra.

-          Nick, tenemos que hablar –se aleja un poco– vamos adentro.

Nick asiente y desliza una mano hasta la mano de ella y la agarra, Ángela tímidamente acepta  agarrarle de la mano y se dirigen adentro. Ella medita donde llevarlo y decide que sea en el despacho. Una vez adentro ella se separa.

-          Siéntate –le señala el sofá.

Nick solo obedece, y ella lo mira de abajo a arriba.

-          Has cambiado mucho...

-          Sí, eso me han dicho...–la mira– Y tu también has cambiado...

Nunca es Demasiado TardeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora