Ella, una chica que es feliz como cualquier otra.
-Relación estable
-Excelente rendimiento académico
-Posibilidades económicas
Pero todo cambiará cuando alguien más se cruce en su camino para interrumpir sus planes a futuro. El trayecto no será...
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Desperté gracias a la maldita alarma que no dejaba de sonar y sonar hasta que por fin me rendí y decidí apagarla, abrí mis ojos con pereza, los rayos de sol se colaban por la cortina, contra mi voluntad me paré para encaminarme hacia el baño y tomar una ducha. Salí con toda la calma del mundo para vestirme (Multimedia) y bajar a desayunar.
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Al entrar a la cocina no noté movimiento, tomé el pequeño papel que estaba en el refrigerador y si, efectivamente no había nadie o por lo menos un adulto responsable. Para mi hermano y para mi despertar solos ya no era raro, nuestros papás han trabajado duro en la empresa desde antes que naciera mi hermano, sus pasos por la casa son muy cortos haciendo que pasen más tiempo fuera de la ciudad.
─ Mucha suerte -suspiré con nostalgia-
─ ¿Se fueron? -asentí mientras sacaba la leche del refrigerador-
─ Los alcancé a escuchar en la madrugada -caminó el chico para tomar un vaso y llenarlo de leche-
─ Un mes tentativamente -dije mientras tomaba una cucharada de mi cereal-
─ Bien, estaré a cargo por un mes -me guiñó mientras el bebía de su vaso-
