Es simple, le amo

26. Dureza ✓

Me despierto con mucho calor, y es que Jace está pegado a mí como una lapa. Joder, ¿no puede mantener un poquito las distancias?

Quito su brazo y su pierna de encima mía y salgo de la cama. Cojo mi móvil de encima de la mesilla y veo que tengo 7 llamadas de mi padre.

¿Por qué cojones me llama tanto?

—¿Kate?—murmura Jace.

—Estoy aquí.

—¿Qué haces levantada? ¿Qué hora es?

—Son las 11 y veinte.

—Jodeeer.

—No te quejes, no es pronto.

—Buaaahh.

Mi móvil comienza a vibrar en mi mano. Miro la pantalla y veo que mi padre me está llamando de nuevo. Jodeeer, ya es la octava vez.

—Hola papá.

—¡Hija! Por fin contestas. ¿Se puede saber dónde estás? He hablado con tu hermana y tan solo me ha dicho: "Jace"

—Estoy fuera de la ciudad. Con Jace.

—¿Y eso por qué? ¿A quién has pedido permiso?

—Porque como ya sabes, se marcha a Londres y pues queríamos hacer una escapada antes de que se fuera. Y he pedido permiso a mamá.

—¿Y a mí por qué no me has dicho nada?

—¿Cómo?

—Deberías de habérmelo consultado también. Sigo siendo tu padre.

—No tengo que consultarte nada. Mi madre es mi tutora legal por lo que con su permiso ¡es más que suficiente! Si querías tener alguna clase de poder sobre mí haberte guardado tu amigo en los pantalones cuando tú querida compañera de trabajo te zorreara.

—¿Y ESO QUÉ TIENE QUE VER? Además Kate, no voy a permitir que me hables así.

—Si hubieras hecho eso no le hubieras puesto los cuernos a mamá por lo que no os habrías divorciado. Y seguiríamos siendo aparentemente una familia feliz. Así que seguirías siendo mi tutor. En ese caso tendrías algún poder sobre mí.

—¡Sigo siendo tu padre! ¡Por el amor de Dios!

—Pues que sepas que aunque seas mi padre voy a colgarte—digo a modo de despedida.

Cuelgo y dejo el móvil en la mesilla.

Menuda puta mierda de conversación.

—¿Era tu padre?—pregunta Jace desde la cama.

—Sí.

—¿Has discutido con él?

—Sí, supongo que lo habrás escuchado.

—Sí, la verdad es que sí.

—¿Entonces porque preguntas si ya lo sabes?

—No sé.

—Ohh genial, no sabes.

Tengo unas ganas tremendas de volver a mi casa enserio... y de que todo termine...

—Oye Jace.

—Dime.

—Creo que deberíamos de cortar por lo sano.

—¿Qué?

—Que creo que deberíamos de cortar. De dejar de ser novios. De dejar de darnos besos y de dejar de hacer lo que hacen las parejas.

—¿Por qué?

—Porque no vamos a mantener una relación a distancia así que es mejor que cortemos ahora. Para que así duela menos.

—No entiendo porqué.

—Bueno Jace, no sé como explicártelo. Tan solo creo que si cortamos ahora... dolerá menos.

—¿Entonces me estás dejando?—dice levantándose.

Venga Kate, dilo... Solo tienes que decir que sí. Que lo dejas.

—Sí.

Llega hasta mí y me pide que lo mire.

—Dime que me dejas mirándome a los ojos.

—Te dejo Jace, se terminó. Todo lo que teníamos se ha terminado.

—¡FANTÁSTICO!—grita mientras se aleja—¡UNA ACTUACIÓN DE PUTA MADRE!

—No estoy actuando, se terminó y ya está.

Creí que me iba a costar decirlo muchísimo más.

—¿¡ENTONCES NO TE IMPORTARÁ QUE NOS VAYAMOS, VERDAD?!

—No, podemos irnos ahora mismo si quieres.

—¡GENIAL!

Se mete en el baño y cierra la puerta dando un portazo.

Vaya... No se lo ha tomado muy bien...

Recojo todas nuestras cosas y espero a que salga del baño para poder asearme. Cuando pasan 15 minutos llamo a la puerta.

—¿Te falta mucho, Jace?

No contesta. Espero unos segundos más y vuelvo a llamar.

Abre la puerta con furia y me grita mirándome a los ojos:

—TE ODIO KATE. ¿RECUERDAS AQUEL DÍA QUE TE DIJE QUE TE AMABA? ¡PUES OLVÍDALO!

Me quedo muda... No tiene porqué ser cruel... Él es quien se va...

—Estás siendo cruel...

—¡TENGO TANTA RABIA AHORA MISMO!

—¡GRÍTAME! ¡VAMOS! ¡GRÍTAME! ¡DIME DE TODO, DIME LA CLASE DE PERSONA QUE SOY POR EL SIMPLE HECHO DE HABERME ENAMORADO DE TI! ¡VAMOS JACE!

—¡TÚ NO ME QUIERES! ¡NUNCA ME HAS QUERIDO! ¡NO ESTAS ENAMORADA DE MÍ!

Doy un paso atrás.

—¡¿Qué nunca te he querido?!

—¡Nunca!

—¡NO TE ATREVAS A DECIR ESO! Te he querido muchísimo. Te quiero muchísimo. Pero vas a largarte ¡JODER! Vas a irte y me vas a dejar aquí, SOLA. Creo que tu propósito era enamorarme para después romperme el corazón.

—¡¿Sabes qué? ¡QUE ESO ES CIERTO! Te he enamoré, con el fin de ser yo quien te dejará ¡PARA QUE TE DIERAS CUENTA DE LO ZORRA QUE ERES!

—¿ZORRA?—me acerco de nuevo a él y le cruzo la cara—¡CREO QUE NO DEBES DE SABER EL SIGNIFICADO DE ESA PUTA PALABRA! Eres con el único chico que he estado. INCLUSO ERES EL ÚNICO CHICO QUE HE BESADO. No te atrevas a llamarme zorra porque no lo soy.

—No vuelvas a tocarme Kate, enserio. No me toques.

—CAPULLO INSENSIBLE. AHORA SOY YO QUIEN TE ODIA.

—¡Estoy harto de ti! ¡Eres una niñata y esta es otra de tus rabietas! ¡POR DIOS! ¡CÓMO HE PODIDO SALIR CON UNA NIÑATA DE 16 AÑOS!

Ha dicho: "como he podido salir" no "como he podido enamorarme de una niñata de 16 años"...

—¡QUE TE DEN! ¡CAPULLO DE MIERDA! ¡OJALÁ NUNCA TE HUBIERA CONOCIDO! ¡OJALÁ NUNCA TE HUBIERAS ACERCADO A MÍ! ¡Y OJALÁ NO ME HUBIERA ENAMORADO DE TI!—cojo mis cosas y salgo de la habitación dando un portazo.