Submissive

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-¡no puedo creer que hayas hecho eso!

La alterada voz de Jungkook se hizo resonar por todo el salón de clases y ahora tenia toda la atención de sus compañeros quienes veían a ambos chicos como un par de bichos raros.

Suga golpeó el brazo de su compañero con un poco de fuerza, sus mejillas se tornaron de un tono carmesí intenso y claramente de sentía intimidado por todas esas miradas.

-no se supone que todos deban enterarse - reclamo el peliverde en un tono de voz bajo.

-ya ya... pero en serio, no puedo creer que se la hayas... - hizo un ademán con su mano sobre las acciones de su amigo.

-¡basta! -otro golpe se hizo presente. - de todas maneras no lo volveré a ver, según mis padres se irá de nuevo a Nueva York para seguir estudiando-

No pudieron seguir mas la charla ya qué su siguiente clase estaba por dar inicio. Ambos se sentaron bien en sus respectivos asientos y fue así como si día escolar dió inicio.

A pesar de que YoonGi trataba de concentrarse en sus clases no podía, en su mente daban vueltas las imágenes de la noche anterior. Las sensaciones de las manos ajenas rondando por su blanquecina piel, los gruesos labios de Jimin apoderándose de los delgados y finos labios de YoonGi... una batalla de lenguas, llenándose y saboreando la saliva del otro.
Prenda tras prenda desprendida del pequeño y claramente delicado cuerpo del joven Min y después... ese gran pedazo de latente carne en su boca, llenándola por completo.

Un suave jadeo salio de los labios de YoonGi... recordar eso no era una buena idea y menos estando un una clase en la cual estaban todos en completo silencio. Algunos chicos volvieron sus miradas al chico de cabello verde.

-profesor... ¿puedo ir al baño?

Un problema estaba comenzando a aparecer bajo sus pantalones, por suerte el profesor le dejo salir.
Casi corriendo llego al baño, cerro son seguro la puerta principal del sanitario de hombres y fue hacia uno de los cubículos. Bajo sus pantalones pudiendo ver el notorio bulto que aún yacía bajo sus bóxers... si eso causaba tan dolo pensar en unas cuantas caricias, no se imaginaba lo que podía llegar a causar en él si lo poseía por completo.

El joven Min nunca antes se había tocado a si mismo para apaciguar sus "necesidades" ya que jamas alguien le había llamado la atención de una manera sexual, pero estaba ahí, encerrado en el baño de la universidad fantaseando con un joven que apenas había conocido.

Por otro lado, estaba el único hijo de los Park tirado en su cama con algún muchacho al que había llamado para poder descargar la frustración que le había dejado Min YoonGi al no dejarse follar por él.
Un pequeño joven rubio de rasgos finos y cuerpo un poco mas pequeño estaba enredado en las sabanas de la king size del cual era dueño Park Jimin. Este último veía al delgado rubio algunos de sus rasgos le recordaban al peliverde.

-¿que debo hacer para que ese apretado trasero sea mio?

Se preguntó a si mismo casi en un susurro quedándose aun acostado en en la cama. La idea de poder hacer gemir a ese niño no lo dejaba en paz, quería escuchar su nombre de aquellos labios, quería escucharlo rogar por más y ver esa blanca piel marcada por él, quería reclamarlo suyo y que nadie mas lo tocara.

No importaba que tanto le costará o la manera en que lo lograría, tenía que poseerlo.

Se levantó de la cama pata poder ir al baño, nada, absolutamente nada cubría en bien trabajado cuerpo del chico. Entró a dicho lugar y pronto abrió el grifo de la regadera empezando a bañarse... El agua fría qué salía mojaba por completo los cabellos y piel del chico presente.