El lunes llego mas pronto de lo que esperaba, esa mañana estaba incluso temiendo ir a la escuela. Probablemente Jimin lo iría a buscar como la semana pasada y verlo, aun no estaba en sus planes... Jungkook no dejaba de molestarlo con la huida memorial que tuvo el fin de semana del mall. Con pereza se levanto de la cama y se metió a bañar, recordó su sueño de fin de semana y tuvo que abrir tan solo el grifo del agua fría.
¿Acaso todo el tiempo iba a estar pensando en Jimin de esa manera? No podía permitírselo y no lo haría, debía estar concentrado en sus estudios si quería que sus padres lo dejaran irse a estudiar al extranjero.
Jimin se encontraba en su casa, estaba tirado en toda la extensión de su cama, una vez mas estaba pensando en aquel pequeño chico de cabellos verdes. Su huida de aquel centro comercial le había parecido demasiado graciosa, por que si, había notado la rapidez con la que el pequeño YoonGi había salido corriendo después de haberlo visto, pero aun no se explicaba el por que de esa olímpica escapada.
Dejo que las horas pasaran mientras recorría imaginariamente el blanquecino cuerpo ajeno, mientras imaginaba esas pálidas mejillas enrojecidas y sus finos labios entre abiertos jadeando. Una ladina sonrisa apareció en su rostro, pasó su dedo pulgar por sus gruesos labios y decidió levantarse.
Después de haberse bañado y arreglado salió a la calle en busca de algún presente para llevarle a Suga a la hora de salida de la universidad. Realmente no tenía ni la mas mínima idea de que comprarle, jamás le había comprado nada a nadie... veía muchas cosas, quizá podría comprarle flores, algún peluche... quizá algo mas material: una sudadera como las que le había visto comprar en el centro comercial, un reloj o quizá... algún juguete con el cual ambos se pudieran divertir.
......
-¿ya podrías decirme por qué me dejaste como tonto en el centro comercial?- pregunto Kook ya en un tono mas serio que el que había estado utilizando toda la mañana.
-ya te dije que no quiero hablar de eso- contesto con indiferencia el pálido chico.
Caminaban hacia la salida del instituto, ese día había sido demasiado pesado como para pensar en ir a dar una vuelta como solían hacerlo siempre. Estaban dispuesto a ir cada uno de camino a sus respectivas casas, pero al ver el ya conocido carro plateado de Park Jimin Suga se paró en seco, veía hacia los lados para poder encontrar otra alternativa de camino, pero no encontraba nada.
-creo que alguien vino a verte-
Jungkook hablo cuando la puerta de piloto del Audi se abrió y de el bajo de la manera extravagante que solo podía hacer el hijo de los Park. Kook notó como las piernas de su pálido amigo temblaban al igual que sus manos, quería echarse a reír pero eso si que seria un total descaro y aun quería mantenerse con vida.
Jimin llego frente a ellos más rápido de lo que el pequeño joven Min hubiese deseado.
-hola- saludo con la típica eyesmile que hacia a todos derretirse.
-hola-
Apenas un hilo de voz se había escuchado por parte del mas bajo de los tres.
Jungkook se despidió de ambos, pero esta vez sin la intención de dejarlos solos porque si, realmente estaba cansado y lo único que deseaba era llegar a su casa y tomar una buena siesta.
Después de que el chico se fuera Jimin tomo la aun temblorosa mano de Suga para dirigirlo hacia el auto. como todo un colegial, Suga con su mano libre tomo bien su mochila para que esta no se fuera a caer de su hombro.
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Submissive
FanfictionAdvertencias: Palabras obscenas, BDSM, violencia (física, psicológica) Espero esta historia sea de su agrado, me gustaría ver algunos comentarios y votos ^^