Hoy me escapé al callejón en la hora del almuerzo,
ese rincón junto al edificio del colegio que da a las vías
y a donde los de último año van a fumar.
Casi se me sale el corazón por la boca cuando te vi llegar.
«Hola. ¿Te molesta si me quedo acá...? Gracias. Es un lugar tan tranquilo, y estoy tan cansada...»
No suelo hablar con gente que no conozco,
pues soy demasiado tímida,
pero por tratarse de ti, hice una excepción.
«¿Cansada de qué?»
Me miraste con una sonrisita de costado y te encogiste de hombros.
«De todo.»
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ojos que no ven
General FictionSky era invisible. Y tenía ojos para todo. [ primer parte ] © aftterhours 2016