[2.48 am]
Apenas recuerdo qué pasó.
De repente
nos encontrábamos entre luces rojas y azules,
entre gente uniformada que no dejaba de hacer preguntas.
De repente
mamá me agarraba firmemente
y me hacía daño,
porque no quería que me soltara.
Te veía desde lejos,
sentada en la parte de atrás de una patrulla
mientras gritabas sin que nadie te escuchara.
Yo sí.
Te escuché desde que cruzamos miradas en el patio,
desde que me invitaste un cigarrillo en el callejón.
Siempre te he escuchado
y nunca me atreví a hacer nada.
Podría haber pedido ayuda,
hablar con alguien,
sugerirte escaparnos juntas.
Pero no tendría que haberte dejado en esa casa ni un segundo más.
Ni siquiera sé qué será de nosotras ahora;
mamá dice que te llevarán lejos
y que yo tengo suerte de que no me haya pasado nada,
pero se equivoca.
Tengo el corazón roto
y una parte de mí te la llevas tú,
a donde quiera que vayas.
Perdón.
Perdón por todo.
ESTÁS LEYENDO
ojos que no ven
General FictionSky era invisible. Y tenía ojos para todo. [ primer parte ] © aftterhours 2016