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Nota 8.

Mi regla número uno de supervivencia era:

No extrañar el pasado.

El dolor es inevitable.

Olvidando sólo hay frío en tus paredes.

Y eso era bueno para mi.


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Paloma estaba a mi lado mientras yo miraba al frente de el balcón que estaba en su habitación. Sí, no buscamos una amistad, pero las historias de nosotras se atraían y ella siempre buscaba mi cercanía aunque éramos compañeras silenciosas.

-Odio extrañar. -soltó ella inesperadamente.

-No lo hagas.

-¿Cómo lo logras tú?

-Porque aprendí a olvidar.

-¿Algún día me contarás sobre porqué estas aquí?

Yo la miré y sonreí a la nada mientras ella apagaba su décimo cigarrillo. -¿Algún día me dirás por qué estas aquí?

Ella se carcajeó y me lleno mi vaso de ron, el cual rápido paso amargamente por mi garganta. -Touché. -respondió sencillamente. Y vimos como la noche terminaba en nuestros ojos.

AFRODITADonde viven las historias. Descúbrelo ahora