Nota 12.
En la vida siempre hay un propósito.
¿Mi propósito?
Cambiar mi vida.
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Paloma se fue. Yo me quedé.
Ella me dejó una carta la cual no había leído, porque sabía que me romperé como no lo hacía desde que había llegado al prostíbulo.
El arrepentimiento como estilo de vida era lo mío. Nunca en mi vida me había sentido tan sola como ahora, y extraño tantas cosas.
Una semana luego de que Paloma se fue, estaba sentada fumando un cigarro donde normalmemte siempre nos sentábamos ella y yo a platicar sobre la amarga vida que llevábamos. Imaginaba su cabello suelto y amarillo rodar por sus hombros, su piel transparente envuelta en pequeños trajes de noche. La extrañaba.
En medio de mi tristeza Marco volvió. Una parte de mi se alegro, pero aún mi alma seguía doliendo.
Cuando me vio, de una vez caminó hasta mi lado y tomó mi brazo para llevarme a una habitación. Yo me dejé llevar, porque era mi deber.
-¿Por qué estás tan triste? -me preguntó él.
-Porque Paloma se fue.
-¿Quién es Paloma, cielo? -mi miró extrañado pero no quitaba su rostro de mi mejilla.
-Lo más cerca que he conocido de amistad. -él me abrazó en entendimiento y me sentí tan bien y cálida en sus brazos. Eran como las barandillas de la escalera de mi vida, sus brazos eran como las muletas de mi cojera. Y me di cuenta de algo.
Que si no lo tenía a él en mi vida, no quería tener más nada y me dignaría a ser una caminante sin rumbo.

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AFRODITA
Short StorySiempre me elegían a mi por ser la más preciosa, no era mi culpa. • inicio 17/05/2016 • fin 16/08/2016 | ésta historia la publiqué hace un buen tiempo y aún sigue sin edición. Perdonen los errores ortográficos que encuentren. | ©namjourney