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Tú y tu manera de hacerme reír.-

Tu hermosa sonrisa, que siempre está en mis recuerdos para contagiar la mía.-

Tu manera de despertarme, con suaves besos, mientras te acomodabas a mi lado, envolviéndome en tus brazos.-

Tus ¡Buenos días, dulce! y tus ¡Buenas noches, mi dulce!

Tú y tu manera de volver mis días grises y solitarios en unos llenos de color y calidez.-

Tu manera de volverme loca con una sola mirada. Esa mirada provocativa, llena de deseo que lograba encender mi cuerpo.-

Tú y tus modales correctos, tu manera de hacerme sentir apreciada.-

Tus pecaminosas manos en mi, en mi pelo y en mi rostro. Tus caricias sensuales, ardientes al mismo tiempo que dulces y tiernas.-

Tu manera de adorar mi cuerpo y mi manera de adorar tu cuerpo.-

Tu voz. Esa voz que altera mis sentidos. Que desordena mis pensamientos y provoca nervios en cada parte de mi...nervios y algo más.-

Tu forma de enseñarme que los pequeños detalles hacen grandes diferencias.-

Tú y tus diferentes besos, uno para cada ocasión. Tiernos, dulces, cariñosos, cortos y largos. Suaves, lentos; morbosos y lujuriosos. Sentidos, anhelados, deseados, necesitados...

Tu boca, tus labios, tu lengua, tu piel.-

Tu olor, tu perfume, tu esencia presentes en mi cama y en mi piel. Aún después de tanto tiempo.-

Tu recuerdo en cada rincón de mi casa, en mi memoria, en el café de cada día, en el chocolate y en el helado.-

Tú y mis memorias.-

Tú y tu sutil manera de darme calor, de calmar mi ansiedad. Las palabras justas en el momento indicado. -

Tú y tu manía de mantenerte completamente presente en mis días, en mis horas...en mis sueños. Y no poder hacer nada para evitar sonreír aunque te extrañe. Sonrió. Porque te lo prometí, porque dije que no te olvidaría.-

Tus momentos compartidos conmigo, mis momentos compartidos contigo. Tú y yo simplemente eso. -

Tu constante insistencia en ser mi ángel protector. De cobijarme en tus brazos en mis peores días con el único propósito de hacerme olvidar, de relajarme, de descansar.-

Tú y tu exquisita sensibilidad a la hora de llevarme al universo lleno de estrellas pero no cualquier universo. El nuestro.-

Tu ausente presencia en mi vida.-

Yo y mis ganas de saber de ti, mi insistencia en no olvidarte.-

Yo te mantengo vivo e intacto en mi memoria. Mis mejores días a tu lado. Creo que aún no comprendes la magnitud de las cosas que hiciste por mí, las cuales voy a estar eternamente agradecida. Me enseñaste a ver el mundo de otra manera, a valorarme a mí misma y a no depender de nada ni de nadie. Me diste alas, me recordaste como volar y me dejaste en libertad.-

Tú, tú, tú y siempre tú.-

Mi ángel. Mi tesoro celosamente protegido. Mi eterno secreto. Mi feliz recuerdo. Mi compañero de viajes e historias y la persona que tiene toda mi confianza, siempre.-

Tú. Simplemente tú. -

Almas En LlamasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora