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-Yixing, ¡vamos a tomar un helado!

-No.

-¡Vamos a caminar por el parque!

-No.

-¡Vamos al cine!

-¡Que no Junmyeon! ¡No pueden vernos juntos! ¿¡No entiendes que tu padre me amenazó!? -estallé enojado, parecía que él no comprendía la situación.

-¿Vamos a besarnos detrás de las gradas del estadio?

-Ok.

¿Para qué iba a seguir negándome al niño rico? Era lindo, atento y servicial. Lo que hizo en el pasado y sus burlas conmigo, como dije eran parte del pasado. Ahora que veía sus rasgos buenos, me sentía mal de que tuviéramos que ocultarnos y más ahora que no sabíamos cuánto tiempo podríamos seguir escondiéndonos de las miradas del pueblo.

Estábamos en el baño y algunos niños de cursos inferiores estaban allí para hacer sus necesidades. No podíamos darles semejante espectáculo a tan inocentes mentes, por lo que decidimos saltarnos la clase de literatura con el profesor Hwang. Junmyeon le había advertido en el taller de escritura que si decía una sola palabra de sus escapadas conmigo le diría al padre que el profesor también era homosexual y lo despedirían.

Primero se fue Junmyeon como si nada, acercándose al predio con sigilo, por suerte era horario de clases y no había nadie dando vueltas. Luego salí del baño tras él y cuando llegué, él ya estaba allí bajo las gradas, solo que me observaba con una mueca. En la otra punta estaban escondidos Chanyeol y Baekhyun besándose como perros que lamen agua de una cubeta. Tsk, como si no tuvieran suficiente tiempo en el granero de mi casa.

-¡Fuiiiiraaa animales en celo! -grité y los espanté porque pude ver como se soltaban aterrados.

-¡Nos asustaste! -chilló Baekhyun.

-¡Lárguense esto es propiedad privada! -espeté.

-¿Ah sí? ¿Y de quién? -preguntó Chanyeol con molestia por haberlos interrumpido.

-De Junmyeon y su papi homofóbico -respondí y el niño rico me dio la razón asintiendo.

-Nomás nos vamos porque seguiremos por la noche en tu granja -Baekhyun giró su rostro y tomó de la mano a Chanyeol para retirarse.

-¡Respeten los días establecidos! -les regañé mientras se marchaban.

Junmyeon me miró con una sonrisilla traviesa y yo también lo miré con curiosidad. Al decir verdad nunca nos habíamos reunido a besarnos, esta sería la primera que yo aceptaba a algo como esto. Apenas hace dos días que su padre se había aparecido por la puerta de mi casa a decirme todas esas cosas horribles y hoy ya estaba metiéndome con su hijo como si nada.

Pero bueno, así era la vida.

El niño rico y bonito se acercó a mí con sus mejillas coloradas y me tomó del cuello para juntar nuestros rostros, bordeé su cintura con mis brazos y murmuré casi en su boca.

-Sigues siendo un idiota, presumido y arrogante. Y me gusta -pegué mis labios con los de él y nos deshicimos en un beso que me hizo sentir calor por todo el cuerpo. El muñequito también tenía el rostro todo rojo, parecía que no se creía que nos estuviéramos besando.

Continuamos así hasta que el horario de clases acabó y volvimos solo para buscar nuestras mochilas, obviamente tuvimos que esperar a que los cuernos unicornianos que se formaron entre nuestros pantalones disminuyeran de tamaño.

Luego cada uno se volvió a su casa. Llegué como siempre en el horario de la merienda, les preparé el té de hojitas medicinales a mis abuelitos, ahora ya sabía que en verdad era marihuaté. Solo faltaba que sacaran el producto a la venta, ¡estoy seguro que tendría éxito!

La Granja de Lay 🐔 (exo/Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora